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Duane Morgan se dispone a anotar ante Nakidjim. :: PALMA
El Plasencia resbala en La Bombonera
LEB PLATA

El Plasencia resbala en La Bombonera

El Estela se llevó una victoria tremendamente fácil ante un equipo desdibujado y caricaturizado desde la línea de tres

JUAN CARLOS RAMOS

Domingo, 11 de noviembre 2018, 10:48

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Si decíamos en la previa que este partido iba a servir para calibrar objetivos, definitivamente la meta del Extremadura Plasencia este año va a ser evitar el descenso a la Liga EBA. No solo porque el balance después de siete jornadas sea de 2-5 (perfectamente remontable porque los playoffs están a solo dos partidos), sino porque la inercia es claramente negativa y la imagen baja enteros a medida que avanzan las jornadas.

PLASENCIA

55 77

-

ESTELA

  • Extremadura Plasencia Duane Morgan (16), José Antonio Medina (3), Germán Martínez (4), Vladimir Tomasevic (1), Marcellus Roberts (10) -cinco inicial-, Diego Gallardo (2), Javier Cardito (3), Mario Álvarez (11), Arturo Fernández (2), Deng Mayot y Pablo Villarejo (3).

  • Cantabria Estela Juanpi Sutina (15), Pablo Sánchez (10), Andre Norris (9), Placide Nakidjim (18), Lamonte Thomas (6) -cinco inicial-, Álvaro Palazuelos (9), Jon Peña, Carlos Iradier (6), Lance Kearse (2) y Diego Ibarlucea (2).

  • Parciales 22-21, 35-42, 44-61 y 48-68.

  • Árbitros Juan Pablo Morales García-Alcaide y Daniel Checa Nebot.

  • Incidencias Pabellón Ciudad de Plasencia.

El Cantabria Estela, sin realizar un baloncesto excelente, sometió al Plasencia a un durísimo correctivo del que va a costar remontar el vuelo. Volvieron a salir a la luz las carencias antes vistas, como la falta de un director de juego experimentado o la incapacidad para jugar en estático. Y si eso se añade el demoledor porcentaje desde la línea de tres (¡3 der 33!), se entiende que se escucharan que se escucharan silbidos en una Bombonera siempre fiel.

Hablando de La Bombonera, hagamos un paréntesis. Solo un milagro permitió que el partido no acabara con jugadores lesionados. Una y otra vez, caían resbalados al suelo. Ya sea por las goteras o por la condensación del agua, este pabellón año tras año hace sonrojar a todos los placentinos.

La verdad es que los aficionados se fueron colorados a casa. Primero por el espectáculo de patinaje sobre parquet y luego por la imagen de su equipo. Una imagen que ciertamente fue decorosa en los primeros diez minutos, dominados por el Estela gracias a rápidas transiciones y el dominio de Nakidjim en la pintura. Solo Duane Morgan, por dentro, y algún que otro arreón permitían aguantar el tipo (22-21 en el primer cuarto).

Un parcial de 0-13 al inicio del segundo cuarto acabó por romper el partido. El Plasencia, sin ideas e inmerso en triples forzados, ponía la alfombra a un Estela que no necesitaba forzar (35-42 al descanso).

El guion siguió siendo el mismo en la reanudación. Las máximas cántabras se fueron reproduciendo a medida que el Plasencia perdía balones o era incapaz de fabricar una acción clara de tiro. Medina, descentrado y sin llegar a asumir un rol definido en el juego ofensivo, no anotó su primer punto hasta el minuto 26. Su primera canasta la anotó a 04:40 para el final.

Con 44-61, sobraron los últimos diez minutos. Solo sirvieron para que la afición local fuera enfadándose más y más a medida que los suyos siguieran empeñados en batir récords negativos desde la línea de tres.

Toca reinventarse y reformular objetivos. Esos son empezar a ganar cuanto antes y si son contra equipos que van a luchar por mantener la categoría, mejor. Dos de ellos podrían ser Zornotza y Gijón, ambos rivales en los próximos siete días. Semana de pasión o de resurrección, quién sabe.

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