Instalado en la cresta de la ola

Con el amparo del recién fichado base visitante Jorge Sanz, quien salió en el quinteto titular, el exverdinegro Jakstas puso los primeros cinco puntos del partido con un dos más uno y una nueva y certera acción individual. Con un Arkeem Joseph que comenzó el encuentro haciéndose fuerte en la pintura, el Cáceres se sobrepuso al buen arranque de los visitantes. El conjunto oventense abusaba sin fortuna de los lanzamientos de tres, lo que favoreció que los locales, más entonados en otras facetas, pudiesen marcharse con cuatro puntos de ventaja al final del primer cuarto (19-15). A esta causa ayudó el ayer titular Ferrán Ventura, quien sumó galones en su condición de francotirador en estos primeros compases.

Si bien el tino en el rebote ofensivo había mantenido al Oviedo con vida en los minutos precedentes, los asturianos comenzaron a alimentar su casillero de puntos con tres triples en otras tantas acciones ofensivas consecutivas en la primera mitad del segundo cuarto. Pese a ello, con unos buenos minutos de Milan Nikolic, el Cáceres llegó al ecuador de este acto conservando su ventaja (30-26). Poco a poco, la lógica se fue imponiendo y los extremeños comenzaron a recoger sus frutos en forma de colchón de puntos hasta superar la barrera psicológica de la decena, aunque al descanso, debido a una mala acción defensiva verdinegra bien aprovechada por Nuutinen, el Oviedo maquilló hasta el 47-37.

Sin condescendencia alguna, el Cáceres aumentó su renta a las primeras de cambio en los primeros instantes del tercer cuarto merced a un nuevo triple del inspirado Ferrán Ventura. Ricardo Úriz, con un certero lanzamiento desde el perímetro, dio 16 puntos de diferencia a los suyos (57-41) a falta de seis minutos para cerrar este acto. El jugador más veterano de la categoría continúa jornada tras jornada haciendo gala de su fiabilidad a sus 39 años. Pese a tener el encuentro cuesta arriba, los asturianos no sacaron por entonces la bandera blanca de la rendición y continuaron trabajando para acortar distancias sin todo el éxito pretendido, pues el Cáceres encaró el último cuarto con un favorable 61-49 y con mejores sensaciones en el aspecto colectivo.

Fue con la quinta falta personal de Rolandas Jakstas a falta de ocho minutos para finalizar el partido cuando, en la práctica, el Oviedo perdió toda opción de victoria, pues el lituano estaba siendo hasta el momento el auténtico motor de su equipo. Con un mayor fondo de armario debido a la ya de por sí merma de los visitantes en cuanto a efectivos en el juego interior, el Cáceres pudo vivir un final de partido plácido para saborear la cuarta victoria consecutiva y la séptima en el global con el definitivo 85-73 gracias a un postrero triple de los locales sobre la bocina. Un marcador más ajustado de lo que realmente fueron las sensaciones entre unos y otros.