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Alfonso Sánchez, presidente del Nissan Al-Qázeres, ha cumplido su cuarta temporada como mandatario :: J. REY
«Me gustaría más involucración social»
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«Me gustaría más involucración social»

El presidente del Nissan Al-Qázeres, Alfonso Sánchez, aboga por captar a nuevos aficionados que descubran la élite

J. CEPEDA

CÁCERES.

Miércoles, 24 de abril 2019, 08:36

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«Entre el baloncesto y la tecnología». Así define el presidente del Nissan Al-Qázeres, Alfonso Sánchez, su modo de vida como carta de presentación en las redes sociales. Este ingeniero de telecomunicaciones compagina su vida laboral en Madrid, como trabajador de Telefónica, con la presidencia del máximo representante del baloncesto extremeño. Un cargo de responsabilidad al que llegó en julio de 2015 y cuyo balance se salda desde entonces y hasta la actualidad con un ascenso a la máxima categoría, tres permanencias en la élite nacional y dos clasificaciones para disputar la Copa de la Reina. Buen bagaje para quien cogió las riendas de un club recién descendido.

Ligado al Al-Qázeres desde su fundación, Alfonso Sánchez ha desempeñado en la entidad diferentes labores hasta ser su cabeza visible en el plano institucional. Una vez reposado el final de temporada es tiempo para hacer balance. «Por una parte es positivo porque logramos entrar en la Copa de la Reina y luego hubo un poco de decepción por no haber podido entrar en los playoffs. Cuando estás cerca de lograr algo, es duro ver cómo se escapa a última hora».

¿Decepción o fracaso? «Asociar el concepto de fracaso a un proyecto que cada año está más consolidado en la máxima categoría del baloncesto nacional en una ciudad como Cáceres está fuera de lugar. Fracaso sería si tuviésemos a diez personas viendo cada partido y que cada vez viniese menos gente a vernos. Que sea una decepción no entrar en playoffs quiere decir mucho de la ambición que tenemos».

Si hay una temática que ha estado presente en los foros de debate, ha sido precisamente la ausencia de movimientos en la recta final de la temporada, con una plantilla ya mermada. Al respecto, el mandatario prioriza la viabilidad económica de la entidad antes que el cortoplacismo en lo deportivo: «Ahí siempre hemos sido muy responsables. Parece que es un tópico hablar de la responsabilidad económica, pero ha habido equipos que han malvivido algunas temporadas o incluso han desaparecido. No podemos gastar por encima de nuestras posibilidades». Sánchez hace especial mención a la lesión de Barbee -cuya plaza fue suplida por Hodges- justo cuando estaba siendo la jugadora más valorada de la competición, así como al posterior infortunio de una Paula Ginzo en plena efervescencia baloncestística. «Si hubiésemos sido menos responsables, habríamos fichado en la recta final, pero esa no es la filosofía del club. Nuestro proyecto es a largo plazo y por eso cada temporada vamos dando un pequeño pasito hacia adelante. Intentamos buscar el equilibrio».

En el anterior ejercicio uno de los motivos de los desvelos de Sánchez fue el escaso protagonismo que tuvieron las jugadoras extremeñas. Ahora la situación ha vuelto a reeditarse, con la excepción de una Silvia Romero que sí asumió más minutos por la lesión de Ginzo: «De igual forma, no hemos tenido ese saltito hace adelante. María y Elena han tenido lesiones y Silvia se ha iniciado en el mundo laboral y está trabajando de maestra. Son factores que quizás han hecho que no hayan jugado tanto, aunque en el caso de Silvia en el último tramo de la temporada sí ha gozado de más minutos. Siempre tenemos ganas de ver cómo las extremeñas se consolidan en el primer equipo. María todavía es muy joven y espero que en un futuro no muy lejano tenga un rol importante». ¿Contarán las tres con la confianza del club? «Son chicas de la casa y ellas decidirán lo que quieran hacer. Saben que esta es su casa y tienen las puertas más que abiertas», sostiene el presidente.

Aunque en el seno de la institución interesa conservar a algunas jugadoras como Miriam Forasté o Paula Ginzo, Sánchez reconoce que los pocos recursos con los que cuenta el Nissan Al-Qázeres hace que sea una entidad 'condenada' a esperar: «Somos un club modesto y nos cuesta mucho fichar en abril porque los grandes equipos son los que eligen primero. Ofrecemos un proyecto deportivo muy interesante para jugadoras con una mayor proyección, para gente joven y con ganas de crecer. Que esas jugadoras crezcan con el club y a la inversa».

Tampoco se ha decidido aún quién será el que ocupe la plaza vacante dejada por Ángel Fernández en el banquillo: «Al igual que no podemos elegir jugadoras en abril, tampoco podemos elegir técnico. Este es un club muy familiar y con algunas peculiaridades, por lo que la figura del entrenador tiene que casar perfectamente con la filosofía de la entidad». Lo que sí parece claro es que el recién llegado Pedro García, que aterrizó en Cáceres en enero como segundo de Ángel Fernández, podría seguir ligado a la estructura del Al-Qázeres: «Tiene grandes conocimientos y una capacidad de trabajo brutal», dice de él.

Otras piezas como Ocete y Ferrari, en cambio, tendrán previsiblemente su futuro lejos del Serrano Macayo.

Para Alfonso Sánchez, existen aún varias asignaturas pendientes para una entidad que busca mayor notoriedad en el ámbito social: «Me gustaría más involucración social de la ciudad, como en el último partido, con un pabellón prácticamente lleno. Ojalá tuviésemos que irnos al Multiusos por no caber en el Macayo. Muchos fueron a ver ese partido porque fue gratis, pero el abono de la temporada es de tan solo 50 euros. La posibilidad de criticar hay que ganársela apoyando al equipo tanto en la victoria como en la derrota. Tenemos un público muy fiel, pero quizás nos esté costando que vengan aficionados nuevos porque hay gente que no lo valora lo suficiente. Quizás tengamos que hacer un poco autocrítica por no haber sabido llegar a esa gente que todavía no sabe lo que somos ni dónde estamos».

Tal y como sucede con otros equipos de la capital cacereña, la idiosincrasia de una ciudad funcionarial y de servicios tampoco invita al optimismo en cuanto a las escasas ayudas privadas: «Las pocas que tenemos apuestan mucho por nosotros y sin ellas no sería posible este proyecto, pero sí es verdad que en comparación con otras regiones nos cuesta mucho porque nuestros recursos privados son muy limitados».

En la mente de Alfonso Sánchez continúa estando la idea de que Cáceres albergue una próxima edición de la Copa de la Reina, siempre y cuando la entidad cuente con el rendimiento del equipo como principal aval: «Si entramos como organizadores, será con posibilidades reales de competirla y de llegar lo más lejos posible. Tiene que ser un evento que sirva para hacer disfrutar y vibrar a la ciudad».

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