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12 puntos y 4 robos para Zubizarreta ayer en Palencia. :: adg media
Un gran Cáceres roza la machada

Un gran Cáceres roza la machada

El Palencia necesita la prórroga ante un equipo verdinegro con la baja de Uriz y que rindió a un nivel excelente en el feudo del hoy líder

ENRIQUE HERMIDA

Viernes, 6 de diciembre 2019, 11:10

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palencia. El Cáceres Patrimonio de la Humanidad encajó una inmerecida derrota en Palencia (87-86). Dominó el partido durante 40 minutos, pero no supo resolver la cita a su favor en el tiempo reglamentario y tampoco en la prórroga, condicionado por dos malas decisiones en ataque de Joseph.

El primer cuarto fue extraño. El equipo visitante, con la ausencia final de Uriz, dominó las principales facetas del juego desde la defensa y apretó las líneas de pase, con Zubizarreta frenando a Dani Rodríguez. En ataque encontró en cada acción ofensiva el punto débil de la endeble defensa de la escuadra palentina, pero llegó a verse hasta ocho puntos por debajo. Todo ello, por el acierto en el triple de Palencia. Bader comenzó con un recital de diez puntos casi consecutivos, le siguió Jorgensen y el colofón lo puso Kacinas con cuatro triples en el primer cuarto, que, junto con las escasas ocasiones en las que Larsen pudo recibir en posiciones interiores para marcar diferencias, fue lo que decidió que ganase el primer parcial el equipo de Carles Marco.

Lo mejor del Cáceres es que nunca se puso nervioso, ni con el 24-16 en contra, y siempre encontró respuesta con su buena lectura de ataque. Zubizarreta, que volvía a Palencia, ofreció minutos de calidad y anotación, Pedersen se convirtió en la mejor referencia ofensiva y Kuiper y Johnson hacían lo propio cuando el balón llegaba a sus manos en posiciones cercanas al aro. Así, la desventaja al final del cuarto resultaba solo de cuatro puntos (24-20), pero las sensaciones eran buenas para el equipo de Roberto Blanco. Esas vibraciones positivas comenzaron a plasmarse en el marcador en el segundo parcial.

Las penetraciones siguieron siendo una referencia en el caudal ofensivo del cuadro cacereño, que comenzó a dominar el rebote de ataque. Emergió la figura de Jorge Bilbao, aunque no pudo dominar a placer el partido en los minutos en los que coincidió con Dos Anjos. Rakocevic también empezó a mostrar su calidad y la defensa visitante, introduciendo alternativas zonales, tenía noqueado a un Palencia sin ideas en ataque y sin el acierto en el triple del que vivió en el primer cuarto. Además, los minutos de Ventura haciendo de rotación en el base de Zubizarreta no bajaron el nivel del equipo y Cáceres no notaba la ausencia de Ricardo Uriz.

El resultado de todo ello fue que el bloque visitante pasó a dominar el marcador con una diferencia máxima de siete puntos (32-39) a tres minutos para el descanso. En ese momento comenzó otra fase del partido en la que los árbitros fueron protagonistas con una sucesión de faltas que cortaron el ritmo del partido y el buen momento cacereño.

PALENCIA

87

-

86

CÁCERES

  • Chocolates Trapa Palencia Dani Rodríguez (12), Bader (10), Kacinas (11), Jasaitis (8) y Larsen (15) -cinco inicial-. Jorgensen (16), Pradilla (4), Dos Anjos (2), Grimau (8) y Antúnez (1).

  • Cáceres Patrimonio de la Humanidad: Zubizarreta (12), Rakocevic (6), Pedersen (12), Kuiper (18) y Joseph (10) -cinco inicial-. Nikolic (5), Ventura (5), Parejo (6) y Jorge Bilbao (12).

  • Parciales por cuarto: 24-20, 18-20 (42-40), 19-19 (61-59), 16-18 (77-77), 10-9 (87-86).

  • Árbitros: Sacristán Barazón (Comité vasco), Garvin Domingo (Comité madrileño) y García Crespo (Comité andaluz). Eliminaron por cinco faltas personales a los jugadores visitantes Nikolic (min. 32) y Pedersen (min. 34).

  • Incidencias: Pabellón Municipal de Deportes de Palencia. 4.000 espectadores.

Esta fase la aprovechó Palencia para voltear el electrónico al descanso con un parcial de 10-1, gracias a Larsen y a que el conjunto de Blanco, a pesar de seguir dominando con claridad el rebote de ataque, no tuvo frescura ni acierto en acciones en la pintura ni en triples liberados. Al descanso dominaba el Palencia en el marcador (42-40), pero era el Cáceres el que parecía tener controlado el partido, salvo en el triple, donde terminó con un 11% (1/9).

Tras el paso por los vestuarios, los visitantes siguieron manejando el tiempo del partido, pero bajaron por momentos la intensidad, sobre todo en el balance defensivo. Esa circunstancia no impidió que volviesen a mandar en el marcador gracias a los buenos minutos de Kuiper y a la persistencia en el rebote de ataque, junto con la excelente dirección y liderazgo de un Zubizarreta muy motivado. La máxima llegó a cuatro puntos y, como sucedió en el primer cuarto, volvió una sucesión de triples, en esta ocasión de Jasaitis y Jorgensen, para voltear el resultado al final del cuarto, al que volvió a llegar perdiendo el equipo cacereño (61-59).

Con personalidad

Cáceres mostró carácter para afrontar el peor momento del partido en los primeros cuatro minutos del último cuarto, donde su endeblez defensiva le condenó a sufrir un parcial de Jorgensen, con ocho puntos consecutivos que abrían una brecha de siete (69-62) a seis minutos para el final del partido.

Pero Roberto Blanco volvió a recordar a su plantilla lo que necesitaba para recuperar el dominio. Volvió la intensidad defensiva, el apabullante dominio en el rebote, la magistral dirección de Zubizarreta y el poderío anotador de Joseph, Kuiper y Jorge Bilbao en la zona. El resultado, un parcial de 1-13 que lo llevó a dominar en el marcador a tres minutos para el final (70-75). Sin embargo, el Palencia tiró de oficio y logró llegar a un final a cara o cruz que el equipo cacereño no supo jugar. Desaprovechó la última posesión para ganar con una pérdida de Joseph que lo condujo a la prórroga.

Y ahí volvió a ser un cara o cruz que volvió a resolverse del lado del equipo palentino. Cáceres llegó muy mermado físicamente y solo con Kuiper como referencia ofensiva, aunque le valió para conseguir que su equipo llegase con opción de victoria a la última posesión, sobreponiéndose al dúo Dani Rodríguez-Larsen. A falta de 22 segundos, la última bola se la volvió a jugar Joseph y tampoco encontró el aro. Roberto Blanco protestó una posible falta que condenó a su escuadra a la derrota final en una de las canchas más complicadas de la Liga.

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