El Cáceres no sale del pozo

huesca. Preocupante derrota del Cáceres en Huesca no tanto por la contundencia sino por la sensación de inferioridad y la incapacidad para competir de tú a tú mostrando enormes deficiencias físicas y de calidad en un partido para olvidar, pero del que se deben sacar conclusiones para el futuro para corregirlo.

Comenzó el partido al ritmo de Serrano para Cáceres, que imponía su ley en ambas zonas. Era el único sustento de un equipo precipitado en ataque, con mala selección de tiro y sumando pérdidas en errores no forzados. Mientras, Huesca imponía el ritmo que le interesaba con Nurger como referente anotador. Así comenzaron las primeras ventajas locales (8-4) hasta que apareció Rakocevic, que fue el sustento ofensivo de un equipo que seguía sin ideas. Huesca, con un Guroski que ya empezaba a tomar la responsabilidad ofensiva, marcaba diferencias (21-16).

Pero lo preocupante para el Cáceres es que solo tres jugadores eran capaces de ver aro, mientras en los locales se sumaban paso a paso jugadores a la causa y en el segundo cuarto se reflejó en la clara superioridad que de no ser por una racha de acierto de Rakocevic pudo llevar el partido al descanso con una diferencia difícil de remontar. Arturo Cruz anotó cinco puntos consecutivos en los primeros dos minutos de sequía cacereña y le siguieron otros cinco de Rakocevic, lo que unido a que Huesca repetía errores de Cáceres como la mala selección de tiro o mucha precipitación en forma de pérdidas de balón, mantenía en el partido con el marcador igualado a los cacereños (25-23) mediado el cuarto. Serrano volvía a aparecer imponiendo su ley, pero los de Bohigas volvieron a tener unos pésimos minutos hasta el descanso encajando un parcial de 9-0 que disparó la ventaja hasta los diez puntos (38-28) a falta de 1:46. Fue el momento en que Parejo anotó sus primeros puntos con un triple y Rakocevic siguió sumando, 15 puntos al descanso, para con un parcial de 0-5 llegar con el choque más igualado al descanso, aunque el lastre de solo cinco anotadores en Cáceres y la mayor rotación de un Huesca que quería imponerse por físico y desgaste.

Los peores presagios se cumplieron desde el inicio del tercer cuarto. Huesca puso una marcha más y contó con la calidad de un ausente hasta ese momento Haws y su letal acierto en el triple por encima de un bloque que funcionó a la perfección en la rotación de balón y el juego de ataque y defensivo, para marcar diferencias insalvables desde el primer minuto y medio (45-35). Solo Rakocevic y Serrano, aunque ambos con enorme desgaste físico, más el pívot que no jugó todos los minutos del tercer cuarto, sirvieron para ir maquillando cada cierto tiempo las enormes carencias atacantes cacereñas mientras la diferencia aumentaba en pleno festival ofensivo local hasta una máxima de 17 puntos (65-48) con la que acabó el tercer cuarto tras una antideportiva de Rakocevic.

Y lo peor estaba por llegar con un equipo roto física y mentalmente y sin capacidad para dar un paso defensivo ni capacidad ofensiva para impedir que la derrota final no fuese más contundente. Mientras Huesca tenía el partido controlado y podía seguir con sus rotaciones, Bohigas tenía que seguir tirando de Rakocevic para seguir produciendo en ataque. Los últimos diez minutos fueron un calvario para el Cáceres, que solo buscaba el final del partido y con los tiempos muertos intentar que la derrota final no fuese más escandalosa dado el recital anotador local. Solo podía ir a peor y al final los últimos cinco minutos con más de 20 puntos de desventaja, Rakocevic ya se sentó y tácticamente optó por la presión y alguna defensa zonal para frenar la sangría porque en ataque anotaba en una de cuatro o cinco posesiones.

Tan mal pintaba que los últimos cuatro minutos tuvo que volver a salir Rakocevic para conseguir llegar al final de partido con la diferencia final de 27 puntos. Solo los 20 puntos de Rakocevic y los 12 de Serrano fueron lo salvable en un mal partido y con un último cuarto de enorme sufrimiento para el equipo cacereño pidiendo el final del partido y sin capacidad para competir.