El Cáceres reacciona en el momento clave

Victoria clave para el Cáceres Patrimonio de la Humanidad, espoleado por las palabras de Roberto Blanco en la previa, ante un rival directo en la lucha por la permanencia y para lavar la mala imagen en Ourense la anterior jornada. Fue un triunfo sin mucha lucidez, con muchos altibajos en el juego, tanto en defensa como en ataque, pero basado en la mayor experiencia y calidad de jugadores como Raitanen y Dani Rodríguez, el poderío interior de Dikembe y minutos de intensidad defensiva tras el descanso, en un partido muy igualado y con muchas alternativas en el marcador.

El aficionado cacereño no recordará el partido por la calidad del mismo ni por el buen juego de su equipo, pero sí por la importancia del triunfo, que pudo incluso tener un valor doble de conseguir una ventaja mayor en el último cuarto en el que claramente fue superior a un Clavijo que rindió de más a menos.

Porque los primeros cinco minutos del conjunto riojano hacían presagiar lo peor para el Cáceres. La falta de intensidad defensiva volvía a aparecer en los pupilos de Roberto Blanco, que permitieron jugar a placer al rival. La calidad en la rotación del balón y de generar y aprovechar ventajas bajo canasta hizo que el Clavijo fuera superior.

Pero tras el 8-12 tocó arreón del cuadro verdinegro, que aceptó el reto de jugar a un ritmo alto, con transiciones rápidas en ataque y en el que la anotación se impusiera a la defensa. Un 9-0 para el conjunto cacereño volteó el marcador de la mano de Gantt y Raitanen y le permitió controlar el choque y el marcador hasta los últimos dos minutos del cuarto, abriendo otra etapa de desconcierto que le llevó hasta mediado el segundo cuarto.

Un parcial de 0-8 para el conjunto dirigido de nuevo por Pichel, con Moreno a los mandos, y cimentado en el acierto de Knudsen en el exterior y Nicolau y Tamba en la zona, fue el inicio de un período de dominio del conjunto riojano tras irse al final del cuarto con ventaja (23-26). Una renta y un dominio que llegó hasta casi mediado el segundo cuarto, cuando alcanzó su máxima ventaja con la aparición de Norris y Coffi (28-36).

Ahí se produjo la reacción del Cáceres para llegar con ventaja al descanso. Raitanen y Gantt cogieron las riendas de nuevo en la anotación y el equipo dio un primer paso en intensidad defensiva, sobreponiéndose a la lesión de Dikembe, que tuvo que retirarse a los vestuarios y no volvió a pista hasta después del descanso, al que se llegó con dominio del conjunto cacereño en el tanteador (44-40).

Con la salida del pívot brasileño el control del partido fue absoluto del Cáceres, pero no lo plasmó con una renta importante en el marcador (52-44) y padeció la reacción del Clavijo, que llegó vivo al último cuarto tras unos minutos de desconcierto en ataque y en defensa del conjunto de Roberto Blanco (60-57).

El paso adelante en defensa del último cuarto y la aparición de Raitanen y Dani Rodríguez en la anotación resultó determinante en el devenir del choque. También la apuesta por jugar muchos minutos con dos bases tras los buenos minutos en la dirección de Atencia. También fue decisivo el control absoluto del rebote en ambos aros. Factores que decantaron la victoria para el conjunto cacereño, que pudo ser de mayor diferencia de no ser por las pérdidas de balón y la irregularidad para abrir una importante diferencia en el marcador hasta los dos minutos finales.

La falta de anotación del Clavijo sentenció el choque a 1:30 (82-73) y en el nuevo partido que empezó por un hipotético average para la segunda vuelta, los errores volvieron a aparecer en el conjunto de Blanco, que tuvo que conformarse con el triunfo final por siete puntos (85-78).

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