El Cáceres Patrimonio de la Humanidad da la cara ante un intermitente Estudiantes

Comenzó mejor el conjunto de Arturo Álvarez, que, ya sin ninguna presión clasificatoria, golpeó primero con sendas canastas de Dikembe y Atencia, la del base hispano-colombiano, con pasado en el equipo estudiantil, desde más allá de los 6,75 metros.

Sin hacer nada del otro mundo, el equipo cacereño comandó el marcador hasta casi el final del primer cuarto, asegurando las posesiones y aprovechando la endeblez defensiva del conjunto madrileño, que mostraba una apatía que obligó a Pedro Rivero a parar el crono con empate a catorce.

Solo Wintering rendía al nivel habitual, acaparando el ataque de Estudiantes, mientras que el conjunto verdinegro repartía mucho más sus puntos.

Comenzó a defender algo más fuerte el equipo local y tras dos tiros libres convertidos por Balaban (17-19), Wintering, quién si no, logró dar la vuelta al marcador con cuatro tiros consecutivos que, sumados a una canasta postrera de Sola, dejaban los guarismos al final del primer cuarto en un engañoso 23-19.

Un parcial de 7-0 en el comienzo del segundo acto amenazó con romper el partido (30-19). Pero Hamilton y Dikembe salieron al rescate dominando en la pintura. Les ayudó Atencia desde el exterior y la diferencia fue menguando hasta quedarse en tan solo dos puntos (39-37).

Pedro Rivero ya había solicitado otro tiempo muerto para intentar activar a unos jugadores que parecían estar a otra cosa.

Leimanis y Wintering, nuevamente, fueron los encargados de poner tierra de por medio firmando un parcial de 6-0 (45-37). Sus compañeros se aplicaron un poco más en la zona y la producción ofensiva del Cáceres se vio afectada. Únicamente Pablo Rodrigo fue capaz de anotar en los dos últimos minutos para dejar el marcador al descanso en un 46-39.

Wintering, con 16 puntos, era el máximo anotador del choque hasta ese momento, mientras Atencia con diez tantos era la mejor baza ofensiva de su equipo en la visita a la que fue su casa.

Tras el tiempo de asueto, el Estu salió a morder. Un parcial de 7-2 hizo que Arturo Álvarez parara el encuentro porque el marcador reflejaba la máxima diferencia en contra de su equipo (53-41).

No sirvió de mucho. Un triple de Murphy y una canasta bajo el aro de Larsen dispararon la diferencia hasta los 17 puntos (58-41). Leimanis la amplió y Arturo Álvarez tuvo que hacer regresar a sus pupilos a la banda para aleccionarles tras encajar un 7-0 que dejaba el choque visto para sentencia.

No acertaba ningún tiro el Cáceres, que estuvo cinco minutos sin anotar. El cuarto se fue consumiendo y solo algún destello de Atencia y un tiro en el último segundo de Balaban rebajó la desventaja de los 20 puntos (72-57).

El último parcial comenzó con un triple del veterano Carlos Suárez, al que siguió un parcial de 0-6 comandado por Raitanen, pero el encuentro estaba sentenciado y Alonso se encargó, desde la línea de tiros libres, de ampliar la diferencia nuevamente por encima de los 20 puntos.

En los últimos minutos la mala suerte que ha acompañado al equipo cacereño durante toda la temporada se hizo presente en la figura de Pablo Rodrigo, que sufrió un percance en la rodilla a falta de poco más de tres minutos para el final.