En busca de una mayor producción ofensiva de todos los jugadores

El Cáceres Patrimonio de la Humanidad vuelve a comparecer en casa para seguir quemando etapas de preparación antes del comienzo de liga en LEB Oro. Tendrá lugar el próximo 6 octubre, ante el Estudiantes, en el Multiusos. Pero antes de que llegue ese debut oficial, el equipo cacereño tiene este martes, sobre el mismo escenario, un nuevo compromiso de pretemporada. Recibirá al Real Valladolid a partir de las 20.00 horas, con entrada gratuita para abonados; de 10 euros para el general; y de 5 euros para el infantil.

Ya dijo Roberto Blanco que, en este tramo de la pretemporada, lo que menos le preocupan son los resultados. Ganar o perder no tiene demasiada trascendencia, pero sí la tienen las sensaciones que se produzcan durante los bolos de preparación y el efecto que puedan provocar a la hora de atraer o alejar a nuevos fieles.

En este sentido, el Cáceres y el Real Valladolid se ven las caras con ciertas necesidades. Al menos, para hacer crecer su masa social. Hasta la fecha, los cacereños han jugado tres partidos y han perdido dos de ellos, ambos a domicilio. Uno ante el Sporting de Portugal (90-79). Y el último, el pasado miércoles, en la pista del Real Betis (74-69).

Tras este periplo estival, el Cáceres sigue trabajando para mejorar su producción ofensiva, ya que apenas alcanza una media de 73 puntos por encuentro. La tabla de artilleros la encabeza Greg Gantt (16 puntos por partido), Gael Bonilla (13), Remu Raitanen (10,3) y Hansel Atencia (8,9), pero los aficionados cacereños echan en falta una representación ofensiva más coral, sobre todo por dentro.

Para esta cita, el técnico verdinegro tiene las dudas de Pablo Sánchez, tocado en la rodilla, y de Pablo Rodrigo, con molestias en los abductores.

Ahora llega un Real Valladolid mucho más rodado, pero al que le está costando mucho encontrar buenos resultados. Ha disputado cinco partidos de pretemporada y solo ha conseguido cantar victoria en uno de ellos.

Con la plantilla recién cerrada, la familia vallisoletana espera empezar a enderezar los resultados a partir de ahora. «Sí que tenemos una carga física alta, pero no es una excusa, también hemos podido perder partidos por fallos de concentración en defensa. Nos estamos conociendo todos, a medida que vayamos conociéndonos mejor y automatizando los movimientos defensivos, esto va a funcionar mucho mejor», decía el jugador pucelano Íñigo Royo, que ha llegado este año procedente del Juaristi.

Tras este cuarto partido de preparación, el Cáceres Patrimonio de la Humanidad cerrará la pretemporada el próximo sábado, cuando reciba de nuevo en el Pabellón Multiusos al Real Betis.

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