Borrar
El escritor holandés Daan Heerma van Voss.
De la segunda guerra mundial a los refugiados

De la segunda guerra mundial a los refugiados

El escritor holandés Daan Heerma van Voss reflexiona en 'La última guerra' sobre los vínculos entre el pasado y el presente

Álvaro Soto

Lunes, 17 de abril 2017, 01:31

Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.

Compartir

Una fina línea une la Europa de los años 30 del siglo XX y la de la segunda década del siglo XXI. Así lo cree el escritor Daan Heerma van Voss (Ámsterdam, 1986), que reflexiona en su nueva novela, 'La última guerra' (Malpaso), sobre las huellas que un enfrentamiento armado deja en las sociedades, por muchos años que pasen. En su caso, se trata del recuerdo de la segunda guerra mundial, que ayuda a explicar el comportamiento de sus compatriotas ante la inmigración, la gran cuestión del debate público en Holanda.

«La crisis de los refugiados es el epílogo de la segunda guerra mundial», sostiene Van Voss. «Alemania está ejerciendo un liderazgo en la acogida que países como el mío siguen como respuesta a todo lo que ocurrió en aquel conflicto. El sentimiento de culpa por lo que hicimos nos lleva a comportarnos como lo hacemos ahora, dando la bienvenida a los inmigrantes. El pasado nos influencia y nos empuja a los europeos a intentar estar en el lado bueno de la historia, y eso es entendible, pero no es necesariamente el mejor modo de ver el presente. Por supuesto que hay que conocer el pasado, pero no nos podemos escudar en él para tomar decisiones en el presente», explica el autor, una de las figuras más sobresalientes de la nueva literatura neerlandesa.

En su novela, el protagonista, Abel Kaplan, se casa con una mujer de origen judío, Eva, cuya familia le acoge con los brazos abiertos. Pero el matrimonio se hunde por la ausencia de hijos y por la frustración que le causa su fracasada carrera como escritor. Para redimirse, Kaplan acepta un trabajo en una escuela islámica, y allí «se obsesiona con hacer lo correcto», pero «buscando el aplauso de los demás». «Ver a los otros como víctimas y tratarles como tal es la manera equivocada de hacer las cosas», cuenta el escritor, que se inspiró en las historias que le contaba su padrino, judío y con familiares que murieron en Auschwitz. Con este recuerdo dibuja a su persona como una metáfora del comportamiento de algunos países respecto a la inmigración.

«En Holanda, en Alemania, en Reino Unido, en Francia... existe el miedo a perder nuestra identidad, una identidad que, por cierto, nunca ha existido con la pureza que algunos creen que existió. La gente se siente amenazada, por una parte, porque nuestros países están cambiando, pero también, porque muchos políticos ven este miedo y lo explotan solo para mejorar sus expectativas electorales», asegura el escritor.

Precisamente Holanda fue hace unas semanas la última estación del tren de los populismos y, aunque el candidato liberal, Mark Rutte, logró la victoria, Van Voss considera que la opinión pública internacional ha interpretado mal los comicios. «Los liberales han perdido el 15% de sus votos y Geert Wilders (extrema derecha) es el único que ha crecido. No han sido unos buenos resultados», interpreta. «La ultraderecha explota el miedo y ataca al 'establishment', y puede hacer todo ello sin proponer ninguna solución. Es un círculo vicioso: cuanto más extienden la sensación de rabia y la idea de que el sistema es corrupto, más siguen creciendo», analiza el escritor.

Los ataques contra centros de refugiados o la difusión de la falsa idea de que los inmigrantes han hecho aumentar los delitos deben ser combatidos. Sin embargo, Van Voss tampoco cree que la solución contra el racismo sea solamente «el diálogo». «Hay que conocer al otro, por supuesto, pero hablar no es la solución a todos los problemas. Hay que poner el foco en las leyes. Si los refugiados incumplen las leyes, deben ser perseguidos, como cualquier otro ciudadano, pero si las cumplen, tienen que ser protegidos. Y los políticos, por supuesto, deben cumplir con su primera responsabilidad, que es identificar por qué una parte de la población siente rabia», asevera Van Voss.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios