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Francesco Munzi junto a dos de las actrices de la cinta
Italia compite en Venecia con una película sobre la mafia

Italia compite en Venecia con una película sobre la mafia

Francesco Munzi logra con 'Anime Nere' contar los mecanismos íntimos de la 'Ndrangheta, la temida organización calabresa

COLPISA / AFP

Viernes, 29 de agosto 2014, 20:21

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El poderoso cine italiano de denuncia y compromiso, que formó a generaciones enteras, regresó este viernes al festival de Venecia con una historia sobre la mafia, de venganza y sentimientos del director Francesco Munzi. Formado en el legendario Centro Experimental de Cine de Roma, Munzi, de 45 años, logra con 'Anime Nere' (Almas negras) contar los mecanismos íntimos de la 'Ndrangheta, la temida mafia calabresa, a través de la historia de tres hermanos, hijos de un pastor de cabras en las perdidas montañas de Aspromonte.

«Es la historia de tres hermanos del pueblo de Africo, que junto con Plati y San Luca forman parte del triángulo de las Bermudas del crimen», explicó Munzi, quien rodó la película en ese territorio, el corazón de una de las organizaciones criminales más feroces, que maneja el tráfico de la cocaína en Europa y con ramificaciones en América Latina, sobre todo México y Colombia. «Mi encuentro con Calabria fue como el de un antropólogo, un documentalista lleno de curiosidad», confiesa el cineasta, que se inspiró libremente en el homónimo libro de Giocchino Criaco.

«Llegué a Africo cargado de prejuicios y miedo. Descubrí un mundo complejo y variado. La desconfianza se volvió curiosidad, nos abrieron las puertas de sus casas, mezclé actores profesionales con gente del lugar. Sin ellos no hubiera podido contar su historia», reconoce Munzi, quien dedicó más de tres años a ese proceso.

La película, que participa sucesivamente al festival di Toronto, fue aplaudida tras su primer pase a la prensa y rompe con el cliché tradicional de la mafia italiana. «Quise contar la guerra dentro de una misma familia, una familia que implosiona, porque el conflicto está dentro de ellos, en realidad es una tragedia», sostiene Munzi, cuyos actores hablan en dialecto calabrés.

Protagonizada por tres hermanos, Luigi, Luciano y Rocco (Marco Leonardi, Peppino Mazzotta, Fabrizio Ferracane), describe la evolución de tres simples hijos de un campesino asesinado por venganza que pasaron a manejar jugosos negocios en Milán y América Latina, reciclar dinero, construir conjuntos residenciales, invertir y viajar.

«Han estudiado, pasado por la universidad, no son los criminales que el cine ha descrito», subraya el cineasta, que inicia el filme justamente con una reunión en un puerto anónimo de una rica y gran ciudad, en la que se contratan asuntos comerciales en varios idiomas, de español a inglés.

Pese a esa modernidad, la película, con una fotografía que desconcierta, ya que fue filmada casi toda en la zona vieja de Africo, un pueblo de Calabria que fue evacuado en los años 50 tras un derrumbe, transporta al espectador a un ambiente arcaico, con sus ritos paganos, como el que cumple el mayor de los hermanos, al beber 'polvo de santo' para curar las enfermedades.

La guerra que se desata entre hermanos, con sus visiones diferentes, sus lazos con la propia historia familiar, su amor por su tierra, sus costumbres y tradiciones, permiten al director narrar una historia universal, de mafiosos de cualquier lugar del mundo, atormentados por un pasado y condenados a un futuro.

«Ese contraste entre lo arcaico y lo moderno es la clave del filme», explica el director que logra mostrar, sin usar muchas imágenes violentas, las dificultades para discernir entre el bien y el mal, para romper el círculo vicioso de venganza y odio que impone la propia historia familiar, algo tan cruel como difícil de aceptar.

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