Liam Neeson: «Me sentí avergonzado de cómo 'Venganza' cambió mi vida»

-¿Cuantas películas rueda al año?

-El año pasado hice cuatro.

-Y cuando no trabaja, ¿qué hace?

-Me voy a pescar y trato de dormir.

-¿Y cuál es su secreto para rodar cuatro películas al año?

-Mi trabajo es mi refugio. Como diría James Cagney, «entra en una habitación, planta bien tus pies y di la verdad». Mi disciplina como actor es la justa y necesaria.

-¿Una película como 'Non-Stop' y los tiempos que vivimos pueden provocar cierta paranoia por no volar?

-Todos hemos vivido pesadillas en los aeropuertos. Desde luego la película juega con esos miedos, pero es entretenimiento. Muchos periodistas me preguntan por el 11 de septiembre y la verdad no creo que la cinta tenga nada que ver. Hace unos años esta historia hubiera sido muy insensible, hoy en día es un filme de suspense como cualquier otro.

-La cinta se atreve a asegurar que la seguridad en Estados Unidos es una gran mentira. ¿Qué opina al respecto?

-Tengo que admitir que no lo creo. Todos sabemos cómo es la seguridad en los aeropuertos. Hemos experimentado de una manera u otra la pesadilla de atravesar los puntos de seguridad. Estamos viviendo tiempos complicados en ese sentido. A la hora de volar y una vez que yo he pasado seguridad me siento bien, me relajo porque me encanta volar. En el aire me siento totalmente seguro o al menos esa ha sido mi experiencia hasta ahora.

-¿Cómo se preparó para interpretar su personaje?

-Me he dejado llevar por la mano de Jaume. Todas mis dudas las resolvía él. Me decía lo que mi personaje debía o no debía hacer. Como actor trato de encontrar cada detalle de la personalidad del hombre al que interpreto, mientras los directores se encargan del arco completo, de la sinfonía. Me gusta esa palabra para explicar lo que es una película. Pero en este caso, Jaume conocía y entendía cada personaje al milímetro.

-Este héroe es bastante más vulnerable que anteriores personajes.

-Digamos que controla menos la situación. Es un alcohólico a quien le superan los acontecimientos. Su batalla es aguantar las seis horas de vuelo sin probar una gota de alcohol hasta que se rompe. Me gusta cómo Jaume cubre esos detalles del guión sin golpear al público con ellos. Por ejemplo, en el momento más intenso de la crisis hay una botella de güisqui esperando al borracho y sin embargo él no lo prueba. Es un gesto muy humano que la audiencia reconocerá o al menos los adictos. A mí me gustan esos detalles.

-Esta es su segunda película con Julianne Moore. ¿Le gusta trabajar con ella?

-Es una de las grandes actrices. Punto (aplaude). Poder contar con ella para este papel ha sido una gran suerte para nosotros, y una sorpresa para mí. La primera vez que leí el guión me dijeron que le habían ofrecido el personaje de mi acompañante a Julianne Moore. Pensé que no iba a aceptarlo y, sin embargo, lo hizo. Su participación eleva la película a otro nivel.

-Si 'Venganza' no hubiera llevado de nuevo su carrera al éxito, ¿se hubiera contentado con lo que había conseguido?

-Sí. Estaba contento haciendo teatro y algunas películas. Nunca he sido terriblemente ambicioso. Mientras mis necesidades y las de mi familia estuvieran cubiertas y pudiera pagar las cuentas, me sentía bien. De hecho cuando 'Venganza' se convirtió en un éxito, me sentía avergonzado porque jamás había pensado en cómo cambió mi vida. Soy un hombre humilde y tener un sueldo enorme nunca había estado en mis planes.

-Usted es irlandés, ¿cree que podría vivir de nuevo en Irlanda?

-No se si podría. Llevo mucho tiempo en los Estados Unidos.

-¿Encuentra su país cambiado?

-Sin duda. Hay una nueva esperanza y el proceso de paz parece que es definitivo. Existe un sentimiento joven de vitalidad y ahora los inversores llegan, lo cual es sensacional.