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Jesús Cimarro::
El gestor teatral

El gestor teatral

«Lo importante es saber ponerse en la piel de los espectadores, pensar qué puede gustarles», asegura

elena sierra

Sábado, 2 de julio 2016, 18:21

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Si alguien dice aquello de «voy a dedicarme al teatro», se suele deducir que lo suyo es la interpretación. Pero Jesús Cimarro (Ermua, 1965) era un caso especial ya desde adolescente. Pensaba más bien en organizar, gestionar, preparar todo lo necesario para que otros, los amigos con los que compartía la afición, se subieran a las tablas y entretuvieran al público. En sus años de instituto, aquellos años en los que los primeros ayuntamientos democráticos se ponían manos a la obra a revitalizar sectores como el cultural, tuvo su primer contacto con el medio. Y lo hizo organizando talleres de teatro, y más adelante espectáculos.

No es raro entonces que, tantos años después, pueda presumir de «haber vivido etapas muy distintas del sector», desde aquellos primeros años ochenta en que todo parecía posible, a las crisis y una época actual marcada tanto por «el IVA y la lucha para que se rebaje» como por «el deseo de cada vez más personas de consumir espectáculos en vivo, de carne y hueso y al natural». Ahora se dedica a dar clases en diversos másters de gestión teatral, su libro Producción, gestión y distribución del teatro en España va por la cuarta edición y es material de consulta en universidades y... Y es presidente de la Asociación de Productores y Teatros de Madrid y de la Federación Estatal de Asociaciones de Empresas Productoras de Teatro y Danza de España y miembro de la Federación Europea de Empresarios de Espectáculos.

  • perfil

  • Nació en Ermua en 1965, y su primera vocación fue la periodística. Colaboró en EL CORREO durante varios años y aún hoy sigue escribiendo de teatro en diferntes medios. A finales de los ochenta fundó en Madrid la productora Pentación (170 montajes en estos años).

  • Trayectoria Dirige el Teatro de Bellas Artes de Madrid y La Latina y desde hace cinco años el Festival de Teatro Clásico de Mérida, da cursos y publica libros de gestión teatral. Ha ganado dos premios Max.

Pero si por algo es conocido es por su trabajo al frente de la productora Pentación, que está en el origen de muchos de los montajes que cada año se realizan en España y que gestiona el Teatro de Bellas Artes de Madrid y La Latina, que le compró a Lina Morgan. Tras cuatro años como corresponsal de EL CORREO en Ermua y otros cuantos como miembro de la compañía vasca Geroa, puso rumbo a Madrid a finales de los años ochenta para dedicarse de lleno al teatro. Y «son 170 obras ya». Es la cuenta que sale desde 1988 y en ella hay «espectáculos que te gustan más o menos como productor, pero lo importante es saber ponerse en la piel de los espectadores, pensar qué puede gustarles a ellos». Si se le pregunta por montajes de los que está especialmente orgulloso, menciona el Yo, Claudio interpretado por Héctor Alterio; El precio de Arthur Miller con Juan Echanove; y La cena de los idiotas, en la que participaba Pepón Nieto.

Es consciente de que, cuando eche la vista atrás dentro de cinco años, es posible que le vengan a la mente otros de los muchos títulos que se hayan estrenado para entonces. «Esto es un proceso en el que se viven épocas distintas y en ciclos de cinco años», se ríe. Lo que está claro es que el Festival de Teatro Clásico de Mérida es un hito en su carrera, y con él, todos aquellos espectáculos que programa, produce y coproduce. Cuando le llamaron hace cinco años para ponerse al frente de la cita por excelencia con el teatro clásico en España, éste vivía momentos complicados (deuda de 4,5 millones incluida).

Mérida en ascenso

Tenía poco más de 50.000 espectadores al año. En la edición de 2015 fueron 158.000. «Hay que programar pensando en un público amplio, variado y heterogéneo». Dice que él tiene en mente uno de entre 16 y 90 años en el mismo Teatro Romano, pero en otras actividades piensa incluso en personas más jóvenes. Por eso este año, en la edición número 62 (aunque el festival comenzó en realidad en 1933), hay programados montajes de títeres para niños con fragmentos de obras como La Ilíada?

Cimarro llevaba ofreciendo espectáculos al festival desde la fundación de Pentación. Suyos son montajes como Hécuba, Medea y La asamblea de las mujeres. Este año, Mérida recupera este último clásico en una versión muy distinta: será flamenca. Será uno de los grandes momentos de esta edición, dice Cimarro, con una adaptación que Miguel Narros dejó escrita de Lisístrata y que ve la luz con Estrella Morente.

«Queremos que muchos grandes actores que nunca han pisado el festival, estén presentes». Y allí estarán figuras como Paloma San Basilio con La décima musa, una serie de grandes éxitos de los musicales ambientados en el teatro clásico, y Verónica Forqué, en Los hilos de Vulcano, un espectáculo de música bajo la dirección de Carmen París y comedia. Todo y más, entre el 6 de julio y el 28 de agosto.

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