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El yacimiento romano acoge cuatro obras que se representarán del 12 al 15 de agosto
El Festival de Mérida tiene vocación de expandirse. En su afán por ampliar sus horizontes más allá del escenario emeritense, el Festival Internacional de Teatro Clásico abrió en 2017 su cuarta extensión en la ciudad romana de Cáparra, el primer escenario del certamen que vió la luz en la provincia de Cáceres.
Amurallada en su totalidad, la ciudad romana se encuentra en el término municipal de Oliva, a tan solo 21 kilómetros de Plasencia. Cáparra fue una ciudad que, bajo el dominio de Roma, se convirtió en un punto de paso en las comunicaciones norte-sur por lo que adquirió una gran importancia estratégica.
En el centro del yacimiento se encuentra el arco de Cáparra, símbolo indiscutible de la ciudad y junto al cual se situará el escenario donde tendrá lugar la celebración de esta quinta edición que se celebra del 12 al 15 de agosto.
Antígona, dirigida por el mexicano David Gaitán, será la encargada de abrir el festival en Cáparra este jueves 12 a las 22.45 horas. La representación, al igual que en la versión original de Sófocles, es una reflexión sobre la democracia, la justicia y la libertad, pero llevada a una realidad contemporánea para darle la vigencia que requiere. El autor confiesa que montó esta obra hace ya varios años en México, cuando en su país natal se vivía un momento sociopolítico intenso tras la desaparición forzada de 43 estudiantes.
Con la voluntad de adaptar la función al público español, el director realizó unos ajustes al texto que van desde conjugaciones y modismos hasta acentos discursivos. “La democracia representativa, la transición que las fuerzas políticas de oposición tienen que atravesar una vez que consiguen el objetivo de ocupar el poder, la desinformación como estrategia para incidir en procesos democráticos, la popularidad como disfraz para discursos de odio… Son algunos de los temas que con Antígona pueden abordarse en aras de buscar un diálogo elocuente con el espectador”, explica el festival.
La oferta cultural continuará con la puesta en escena de ‘Cayo César, El más cuerdo de los locos’, un texto escrito por el extremeño Agustín Muñoz Sanz y dirigido por Jesús Manchón. Se trata de un drama en un solo acto que se adentra en la etapa pública más sonada del tercer emperador romano y heredero de Tiberio. Más conocido con el apelativo de Calígula, el protagonista es un personaje peculiar: irreflexivo, caprichoso, histriónico, extravagante, cruel, vengativo, amoral e inmoral. Un loco para muchos.
‘Anfitrión’ llega a Cáparra. Después de su éxito en Mérida en la edición anterior este festival, la obra dirigida por Juan Carlos Rubio con reparto de rostros conocidos se planta en el escenario cacereño para hacernos reflexionar sobre la imagen que proyectamos en un mundo donde el consumo de las redes sociales se ha disparado.
Anfitrión es una historia de seres duplicados que viven la asombrosa paradoja de verse de piel hacia fuera donde se mezcla lo divino y lo humano; las pasiones y los odios; las infidelidades y los deseos, las risas y algún que otro sentimiento con el sano propósito de entretener.
El domingo, 15 de agosto, será el turno de ‘La comedia de la cestita’ o ‘Cistellaria’, una función del comediógrafo Plauto montada por Pepe Quero. El festival no podía clausurarse con una opción mejor. La trama de esta obra se centra en la inauguración del teatro de Emérita Augusta en el año 15 a. C., que tendrá como invitado especial al propio autor de comedias Plauto, un personaje más de esta función.
Durante los 90 minutos de escenificación, se observa a Plauto ensayando con su compañía en el teatro el día antes de la inauguración. Han decidido representar ‘Cistellaria’, uno de sus grandes éxitos. Mientras Plauto dirige a los actores, estos se mezclan con sus propios personajes, en un enredo sin precedentes. Sin embargo, entre los integrantes del grupo hay alguien nuevo: Auxilio, un músico que Plauto ha contratado para esta función y que parece ocultar algo, lo que acaba desembocando en una batalla entre ambos.