La última fuga de vertidos revela el retraso del proyecto de la Ribera y la nueva depuradora de Cáceres

«Esto es un desastre. El colector ya se ha roto más veces. Compresas, malos olores, vertidos... Una mierda.». La voz de uno de los vecinos de Fuente Concejo que vive cerca de la zona por la que el colector sufrió una fuga en los últimos días suena con fuerza. No es para menos. La joya de la corona de la ciudad, la que recuerda sus orígenes, su etapa de esplendor, la de los viejos oficios, la de los hortelanos, los paseos por la naturaleza, se resume en dos palabras: la Ribera. Y en ese punto de Cáceres en el que fluyen corrientes ocultas y estampas inéditas los proyectos más esperados acumulan retrasos.

La avería del colector que provocó vertidos junto al cauce y en la que han trabajado los técnicos y operarios de Canal de Isabel II para darle solución pone de relieve el atraso de una actuación que debía estar ya, la nueva estación depuradora de aguas residuales. Y otra que parece olvidada: la integración urbana del arroyo. Esa hace años que desapareció de los presupuestos.

Los operarios de Canal tapan con hormigón el agujero abierto en la base del colector frente a Fuente Rocha para evitar la fuga de 'aguas negras' mientras los proyectos de mejora para la Ribera y la futura EDAR se hacen esperar.

El visto bueno ambiental con la aprobación de la DIA para la ampliación de la EDAR del Marco se produjo en agosto de 2019. Pese a ello, no fue hasta noviembre del año pasado cuando el actual Ministerio para la Transición Ecológica confirmó que se licitarían en 2021 de forma conjunta proyecto y obra de una intervención que se calcula en más de 80 millones. Son exactamente 86.396.366 euros.

El 14 de noviembre de 2020 se hizo oficial la resolución de la Dirección General del Agua relativa a la aprobación técnica de un proyecto que, con todo, viene de muy atrás. Nada menos que en 2009, con el Gobierno del PSOE presidido por José Luis Rodríguez Zapatero, se declaró «de interés general» del Estado.

En diciembre de 2014 HOY publicó que el Ministerio ya contaba con partidas presupuestarias para el ejercicio 2015 destinadas a «una nueva depuradora de aguas residuales». Por ahora todo han sido anuncios mezclados con informes, tramitación administrativa y expectativas de inversión nunca cumplidas. Al menos hasta hoy. Paradójicamente, el ciclo 2015-2021 de planificación hidrológica destaca el río Guadiloba a su paso por Cáceres como un punto conflictivo al recoger vertidos procedentes de la población.

En el informe de viabilidad de la nueva EDAR, que en realidad es una ampliación de la actual, se añade que las estaciones de Capellanías y la carretera de Malpartida «no ofrecen los rendimientos de depuración exigidos por la normativa actual de vertidos». A su vez, la estación principal del Marco dispone de un «proceso deficiente para la eliminación de nutrientes». Se resalta en el documento técnico que hay un problema «de falta de capacidad de la red».

Se conocen los detalles pero falta llevarlo a la realidad. Por ejemplo, cuando se anunció que el presupuesto será superior a 86 millones, el propio Ayuntamiento avanzó que los cacereños estaban ante la mayor inversión de los próximos años. De hecho, se fijó un plazo de cuatro años para llevarla a cabo. Seis meses para redactar el proyecto, tres años para la ejecución de la obra y seis meses para la puesta en marcha.

Entre otros aspectos, incluye la actuación para integrar la Ribera del Marco en el tramo de Puente de Vadillo, cuya calzada será necesario levantar. Se suman un canal naturalizado y un carril bici de tres metros de anchura. Además del doble carril para los vehículos. Pero queda lo más importante: que salga a contratación. Posteriormente habría que analizar ofertas y, más tarde aún, tras la firma de contrato, iniciar la obra propiamente dicha.

«Es una gran noticia para Cáceres», tras años de espera. Fue el mensaje oficial del Ayuntamiento en 2020. Incluso se informó a los componentes de los grupos de la oposición y concejales no adscritos del contenido del proyecto de depuración. No se ha vuelto a saber más. Tampoco en los Presupuestos Generales del Estado. La futura EDAR carece de 'nombre y apellidos' en las cuentas estatales.

Consultado al respecto, el Ministerio para la Transición Ecológica, se limita a indicar que «por norma general, los Presupuestos Generales del Estado no pueden reflejar la gran cantidad de actuaciones específicas que llevan a cabo las administraciones públicas». Aclara que «cuentan con partidas de carácter general o genéricas, adecuadamente dotadas, que se emplean para atender las necesidades presupuestarias que se derivan de los proyectos que se acometen». Es decir, ni una palabra sobre la EDAR de Cáceres que debe licitarse aún.

La última avería del colector recuerda con imágenes de vertidos y malos olores todo lo que falta por hacer.

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