«Los cofrades de Cáceres tienen unas ganas locas de salir en procesión»
santos benítez. presidente de la unión de cofradías penitenciales de cáceres ·
Pide al público que asista a los desfiles con la mascarilla puesta y que evite las aglomeraciones que se forman a la salida de las iglesiasSantos Benítez Floriano (Cáceres, 1957), licenciado en Historia y actual director de la Escuela de Bellas Artes Eulogio Blasco de la Diputación Provincial, está al frente de la Unión de Cofradías Penitenciales de Cáceres. Hace un año asumió su segundo mandato. Hay muchas ganas, admite, de Semana Santa tras las suspensión de las dos últimas ediciones por la pandemia. Confía en que no haya problemas de hermanos para sacar todos los pasos de las iglesias, pese a los temores de algunos mayordomos. Y revela que ya tiene un cuadrante hecho para organizarse en los próximos días y asistir al máximo número de desfiles posible. Cáceres cuenta con 24 procesiones. Solo saldrá como hermano de carga en la procesión de la Madrugada, protagonizada por la cofradía del Nazareno, a la que está unido por tradición familiar y de la que fue mayordomo.
–¿Con qué novedades se presenta la Semana Santa?
–La principal es que se incorpora la decimoséptima cofradía de Cáceres, Jesús Despojado de sus Vestiduras, con una imagen tallada por artistas cordobeses espectacular. Va a ser portada a doble costal, al estilo cordobés, toda una novedad en Cáceres. Además, la hermandad del Dulce Nombre presenta dos imágenes nuevas de dos apóstoles. Y, por otro lado, tres imágenes tan emblemáticas como el Cristo de los Estudiantes, el del Humilladero y el de las Batallas saldrán tras ser restauradas.
–¿Cómo se afronta esta Semana Santa tras la suspensión de las dos últimas ediciones?
–Se afronta con una ilusión tremenda. Los cofrades tenemos enormes ganas de sacar nuestras imágenes a la calle. Pero hay que decir que la Semana Santa no son solo las procesiones. En 2020 la vivimos desde nuestros domicilios durante el confinamiento y el año pasado hicimos una Semana Santa muy especial en el interior de los templos. En este 2022 la gente está mas ilusionada que nunca. Creo que va a ser una de las más importantes de la historia de Cáceres.
–¿Confía entonces en que habrá gente suficiente para sacar todos los pasos de las iglesias?
–Estoy convencido de ello. En todas las actividades previas de cuaresma estoy viendo mucha participación cofrade. No tengo ninguna duda de que los cofrades, después de dos años, tienen unas ganas locas de procesionar.
–Existe un debate interno sobre la creación de nuevas cofradías. Hay un sector que considera que 17 son demasiadas para una ciudad como Cáceres y que este hecho hace que las hermandades anden escasas de hermanos para sacar sus pasos porque están más repartidos que nunca. ¿Es partidario de poner un límite al número de cofradías?
–Las hermandades que salen con costaleros necesitan un número muy reducido de hermanos. Con menos de cien hermanos pueden montar una procesión sin problemas. Sin embargo, las procesiones más tradicionales como la del Nazareno, que saca nueve pasos, necesita un número mucho mayor de hermanos de carga. Soy de la opinión de que 17 cofradías es un número razonable como para parar un poco hasta que los pasos de misterio vayan completándose y a partir de ahí ver cómo evoluciona la Semana Santa. Habría que parar. Los cofrades en Cáceres son cofrades de varias cofradías, la gente va haciéndose mayor y, aunque existe un relevo generacional importante, creo que habría que hacer una reflexión.
–¿Qué momentos de la fiesta recomendaría a alguien que visite la ciudad por primera vez en estas fechas?
–Es inevitable hablar de la salida del Cristo Negro de Santa María a las doce de la noche. Tampoco me perdería la salida del Nazareno a las cinco de la mañana, ni la bajada del Amparo con toda la Ciudad Monumental al fondo. Hay que ver, además, la salida de la Virgen de la Esperanza... Hay muchos momentos buenos.
–Uno de los argumentos esgrimidos por los mayordomos que temen que haya pocos hermanos de carga es el miedo a los contagios por covid. ¿Cómo van las cofradías a hacer frente a este riesgo?
–Todas las cofradías van a llevar obligatoriamente mascarilla. Tanto los hermanos de carga como los de escolta se las pondrán. Y, además, recomendamos al público que también se la ponga. Nos gustaría incidir en esta idea y que, además, se eviten los puntos en los que se concentra más gente, como el momento de la salida o de la recogida. Las procesiones tienen recorridos de tres o cuatro horas y se pueden ver desde muchos sitios.
–La guía oficial incluye un decálogo que recomienda al público cómo comportarse ante el paso de los desfiles. ¿Qué hacemos con las pipas?
–No comerlas o echar las cáscaras en un cucurucho para depositarlo después en una papelera. Me preocupa más que la gente tome conciencia de que está viendo un acto de fe en la calle. El silencio es para mí casi más importante. Hay que tener unas mínimas normas de conducta cuando se produce el paso de una procesión por la calle.
–Este año se ha organizado una declamación saetera para los días grandes de la Semana Santa. Se pagará a saeteros locales destacados para evitar que se vayan a otras ciudades. ¿Qué le parece la iniciativa?
–Como presidente de la Unión de Cofradías, veo la saeta como una manifestación personal de fe ante una imagen ante la que quieres transmitir una petición. No he considerado nunca que un saetero tenga que cobrar y menos de las cofradías, cuyo dinero va destinado a la compra de material y a labores caritativas. Dicho esto, como presidente, no tengo ningún problema con la iniciativa de este año –promovida por la asociación Flamencos de Verdá, la peña José Mercé y el Ateneo–. Desde la Unión siempre nos hemos negado a pagar a los saeteros.