La prórroga del presupuesto de Cáceres implica un recorte de 7,2 millones en los gastos

Estos 7,2 millones de euros del recorte en gastos que resulta de la prórroga de los presupuestos se tendrán que ir asignando a distintas partidas a lo largo del año por medio de suplementos de crédito, con toda la carga burocrática que ello supone. La concejala de Economía, María Guardiola, advirtió ayer de que presupuestar las nuevas partidas de esa manera implicará «ralentizar» de manera considerable las inversiones que quieren llevar a cabo.

El motivo de este descuadre, según explicó el gobierno municipal, hay que buscarlo en un real decreto de 1990 que desarrolla la Ley de Haciendas Locales en materia de presupuestos, el cual establece una serie de límites a las partidas que se pueden prorrogar y las que no. Concretamente, y con carácter general, sólo se prorrogan los gastos corrientes hasta el límite de los créditos iniciales del presupuesto de 2018, mientras que para comprometer nuevos gastos, siempre con el límite máximo de 69,5 millones de euros, será necesario acreditar que existe dinero disponible en la partida presupuestaria que corresponda. Eso significa, por ejemplo, que las únicas inversiones que se pueden prorrogar son las que están ya iniciadas, y solo por el importe que falta por ejecutar. Cada nueva inversión que se quiera llevar a cabo en 2009 deberá ir precedida de una modificación presupuestaria que, para poder aprobarse, tendrá que estar justificada, disponer de crédito y contar con el aval expreso del interventor.

El mencionado real decreto detalla que en ningún caso tendrán la consideración de prorrogables la partidas destinadas a servicios o programas que deban haber concluido en el ejercicio anterior, o estén financiadas con ingresos que fueran a percibirse en ese ejercicio. En el caso concreto de Cáceres, el gobierno local indica que entre esas partidas que figuraban en 2018 y que no se pueden prorrogar se encuentran las cantidades para financiar los proyectos europeos EDUSI, que rondaban los seis millones de euros. También se incluyen 567.000 euros del proyecto de patrimonio inteligente Red.es, así como todas las subvenciones nominativas destinadas a todo tipo de asociaciones y colectivos. Entre estos conceptos suman los 7,2 millones que hay de descuadre entre el presupuesto prorrogado de ingresos y el de gastos.

María Guardiola ya anunció la semana pasada que sólo se iban a poder prorrogar «determinados gastos corrientes de los capítulos 1 al 5», y con «ajustes a la baja» en los créditos, de manera que ingresos y gastos quedarían descompensados.

Esta descompensación no significa necesariamente que el Ayuntamiento cacereño vaya a gastar menos, sino que cualquier cambio al alza que se quiera introducir desde el presupuesto de partida de gastos deberá superar todo el procedimiento garantista que recoge la ley, lo cual implicará una tarea extra en los departamentos económicos del Ayuntamiento por la necesidad de llevar a cabo un gran número de modificaciones presupuestarias que, además, tendrán que ser aprobadas una a una por la mayoría de la corporación. En ese sentido, el grupo socialista municipal ya se ha comprometido a apoyar todas aquellas modificaciones que se necesiten para sacar adelante «inversiones necesarias» para Cáceres.

El equipo de gobierno volvió ayer a criticar que haya sido necesario prorrogar el presupuesto a causa del voto en contra que recibió el borrador de las cuentas municipales para 2019 por parte de todos los grupos de la oposición. «Ahora se necesitarán modificaciones en las cuentas para seguir trabajando; el voto contrario es un intento de obstaculizar el desarrollo de Cáceres», señaló en un comunicado de prensa.