«Nuestra presencia preventiva está ligada a eventos con alta concentración de gente»

Casi 270 profesionales componen el Servicio de Prevención y Extinción de Incendios de la provincia de Cáceres, también conocido como SEPEI, que se ha consolidado como una pieza clave en la seguridad y protección de los cacereños y que, además, constituye una herramienta más de lucha contra la despoblación del territorio.

El servicio cuenta con parques de bomberos en las ciudades de Cáceres, Plasencia, Navalmoral de la Mata, Coria, Valencia de Alcántara, Trujillo y Jarandilla de la Vera, además de los auxiliares en Trujillo, Gata y Nuñomoral, y tiene previsto inaugurar próximamente uno nuevo en Guadalupe. Así, con un parque móvil de cerca de 100 unidades operativas, este equipo se enfrenta a diario a emergencias de todo tipo como incendios, rescates en accidentes de tráfico y otras situaciones de riesgo. Pero no solo interviene en siniestros, sino que también enfoca su trabajo diario en la prevención, que califica como «la mejor de las armas para evitar que se produzcan siniestros». Santiago Hernández Alonso es el jefe del área del SEPEI y en esta entrevista profundiza en la labor de este equipo, que va más allá de lo que todo el mundo cree conocer.

–Se aproxima el verano y con él el periodo de riesgo de incendios forestales que, desafortunadamente, suelen afectar a la provincia de Cáceres, ¿qué labores realizan desde el SEPEI en materia de prevención?

–Nuestra labor en este tipo de intervenciones se enfoca en proteger las zonas de interfaz, que podemos definir como la zona donde existe una conexión entre el sistema urbano y el sistema forestal y que normalmente responde a la coexistencia entre poblaciones e infraestructuras con entornos forestales. De ahí que nuestros mensajes en esta época se enfoquen en evitar cualquier riesgo de generar o propagar un fuego como puede suceder en barbacoas, quemas de rastrojo o lanzamiento de fuegos artificiales, entre otras acciones. En definitiva, nuestra labor es atender y respetar las indicaciones que acompañan todos los años a la orden de peligro alto de incendios forestales del Plan Infoex.

–Con la llegada del verano son muchos los visitantes que eligen el norte de la región para practicar deportes acuáticos que, en ocasiones, ponen en riesgo su vida, ¿cuál es el procedimiento a seguir por el SEPEI desde que recibe el aviso hasta que llega al lugar? ¿Cuántos avisos de este tipo suelen recibir en verano?

–El procedimiento de activación de un recurso para una emergencia es siempre el mismo: a la recepción de una llamada de alerta, que normalmente se recibe a través del 112 en el Centro de Comunicaciones de Cáceres (CECOB), el jefe de Guardia activa el tren de salida correspondiente al tipo de intervención desde el parque más cercano al lugar indicado y que normalmente conlleva, como mínimo, la activación de una dotación. Al mismo tiempo, se localiza el lugar del incidente con la mayor precisión posible en ese instante para enviarla a las tabletas que van incorporadas en todos nuestros vehículos y que sirven, tanto para guiar a la dotación como para recibir más información a medida que esta se vaya conociendo. A la llegada de la dotación al lugar de la emergencia, el jefe de la intervención emitirá un primer informe al jefe de Guardia y, una vez analizado el escenario y definido el plan de acción, actuar en consecuencia y llevar a cabo el rescate con los medios movilizados o solicitar un incremento de efectivos.

El pasado año, de 13 rescates en el medio natural que se produjeron, seis se concentraron en el periodo estival. Otras intervenciones ligadas a la primavera son la retirada de enjambres de abejas, así como de nidos de avispa, siempre que supongan algún riesgo para las personas. En 2024 actuamos en 155 intervenciones relacionadas con abejas, de las que 110 se produjeron en los meses de abril y mayo y 66 de ellas se produjeron en Cáceres.

–El gran apagón que afectó a toda España el 28 de abril os mantuvo en alerta, ¿cuáles fueron los principales avisos?

–En las primeras horas se produjeron unas 20 intervenciones concentradas en Cáceres y Plasencia, fundamentalmente, relacionadas con personas atrapadas en ascensores. A partir de ahí, las incidencias se redujeron, pero hay que tener en cuenta que se perdió el contacto telefónico. En ese periodo actuamos a demanda de ciudadanos que se acercaron a los parques o a través de solicitudes de la Policía Local, relacionadas con peticiones de ayuda para acceder a viviendas.

–En más del 95% de los casos la acción humana es la causante de las emergencias, ¿qué tipo de charlas ofrecéis para educar a la población?

–Nuestro trabajo en prevención se focaliza en varios sectores de la población. En la atención a colegios dirigimos mensajes relacionados con los incendios en el hogar y a cómo comportarse en caso de incendio en sus centros. Por otro lado, concertamos charlas con nuestros mayores de entornos rurales e independientes en sus viviendas a los que trasladamos medidas preventivas que pueden tomar frente a incendios en sus casas, fomentando además el uso de detectores de humo en los hogares. También promovemos campañas ligadas a periodos concretos como son los riesgos de incendio ligados al uso de braseros en temporada invernal. Muchas de estas campañas las hacemos en colaboración con otros organismos como Cruz Roja o asociaciones de vecinos.

–¿Qué otras labores realiza el SEPEI de las que cree que la ciudadanía en general no es consciente?

–Nuestra presencia de modo preventivo está ligada a grandes eventos con altas concentraciones de personas como el Womad o San Jorge, en Cáceres o los San Juanes de Coria, entre otros. Participamos de manera activa en todos los actos enfocados a la mejora en la coordinación de los distintos agentes que intervienen en situaciones que requieren la activación de alguno de los planes de Protección Civil de la región. Para ello, se organizan simulacros y acciones formativas conjuntas con Policía Local, Guardia Civil, Infoex, UME o 112. Anualmente colaboramos para garantizar una actuación coordinada en caso de necesidad en instalaciones como la Central Nuclear de Almaraz, así como puntualmente en centrales eólicas, termosolares y fotovoltaicas, pero ambién en infraestructuras críticas como los túneles de Miravete y de la nueva línea de Alta Velocidad (Santa Marina y Puerto Viejo).