El Parador de Cáceres quiere hacer un parking en el olivar del convento de Santa Clara

El proyecto consiste en crear hasta 50 plazas de estacionamiento en este terreno, situado exactamente entre las calles Fuente Nueva y Damas. El contrato sobre el que se proyecta el acuerdo sería de alquiler, con una duración estimada de 30 años, ya que la red de Paradores, perteneciente al Estado, no suele adquirir inmuebles.

En estos momentos, debido a la pandemia, las conversaciones se han pausado y la operación está detenida. La idea de la dirección del hotel cacereño es retomarlas una vez que la situación vuelva a la normalidad. Se hará a dos bandas. Las reuniones serán, por un lado, con las clarisas, propietarias del histórico inmueble. Y, por otro, con el Ayuntamiento, que tendría que dar el visto bueno a la intervención. La actuación está prevista en pleno casco viejo, una zona que está protegida por el Plan Especial, con sus propias normativas urbanísticas. Precisamente el Plan Especial elaborado a finales de los 80 y vigente desde 1990 contemplaba un aparcamiento disuasorio en esta misma parcela.

José Menguiano, que aterrizó en el Parador de Cáceres en 2016, se dio cuenta de que una de las necesidades más imperiosas que tenía el establecimiento era el de contar con más plazas de estacionamiento para sus clientes y, a su vez, contribuir a despejar de vehículos aparcados en la vía pública la Ciudad Monumental.

En la actualidad, el Parador cuenta con una decena de plazas de estacionamiento situadas junto a su fachada trasera, en la calle Olmos. Pero lo cierto es que los vehículos afean la estampa que este rincón de la parte antigua regala a los turistas

Ya en el año 2000 detectó esta problemática José Manuel Piñas, antecesor de Menguiano en el puesto. Optó entonces por adquirir en la calle Camino Llano un garaje con 14 plazas de estacionamiento. Así las cosas, el hotel cuenta en la actualidad con estas 14 plazas y la decena de la calle Olmos. Pero no son suficientes. Y, además, no se ajustan a las necesidades por diferentes motivos. Las de Camino Llano están algo alejadas del establecimiento y las de la calle Olmos rompen la estética del casco viejo.

Por eso, desde el Parador cacereño se considera que el parking en el olivar del convento de Santa Clara sería la mejor opción. Por el hotel pasan al año unas 18.000 personas, según los datos facilitados por su director. Reformado entre los años 2009 y 2011, el establecimiento cuenta en la actualidad con 39 habitaciones.

Para las monjas de Santa Clara alquilar el olivar supondría conseguir una nueva vía de financiación. Hasta ahora, las ocho religiosas que residen en el interior del convento viven de hacer bordados por encargo y confeccionar piezas religiosas. Recientemente han realizado el manto que los hermanos de la cofradía de la Virgen de la Montaña han regalado a la patrona.

El convento de Santa Clara fue construido a finales del siglo XVI y fue ampliado a finales del XVII. Su iglesia tiene una única nave dividida en tres tramos con acceso directo desde el exterior. En su interior destaca el retablo mayor de estilo rococó de mediados del siglo XVIII, una importante colección de tallas, varios óleos y numerosas piezas de orfebrería. Las clarisas llegaron a la Diócesis de Coria-Cáceres en el año 1593.

Si alquilaran el olivar, las religiosas seguirían disfrutando de un amplio terreno dedicado a jardín y huerta, donde cultivan alimentos para consumo propio.