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Dos peregrinas caminando por la carretera que une Cáceres y Casar de Cáceres. :: HOY
La mala señalización hace que los peregrinos salgan de Cáceres por una ruta peligrosa

La mala señalización hace que los peregrinos salgan de Cáceres por una ruta peligrosa

La asociación Natura 2000 lamenta que se desplacen hasta Casar de Cáceres por la CC–38, una carretera con poco arcén y bastante tráfico

Álvaro Rubio

Cáceres

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Martes, 16 de octubre 2018, 08:09

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En la avenida Hernán Cortés o en la calle General Margallo. En esos dos puntos de la ciudad es habitual encontrarse a peregrinos cargados con macutos que están realizando el Camino de Santiago. También es normal verles preguntar a cacereños por dónde tienen que seguir la ruta para llegar hasta su próxima parada, la localidad del Casar de Cáceres. Casi siempre la respuesta suele ser «todo recto», sin entrar en más detalles. La señalización tampoco aporta mucho más, según denuncia la asociación Natura 2000. El problema es que eso implica caminar durante varios kilómetros por una vía que puede ser peligrosa.

Se trata de la CC–38 en el tramo que une Cáceres con el municipio casareño. Es una vía en ambos sentidos sin apenas arcén y bastante tráfico. En ella se puede ver cada día a peregrinos andando a escasa distancia de vehículos que circulan por dicha carretera, una situación que se da con mayor frecuencia a partir del mes de septiembre, cuando las temperaturas empiezan a bajar.

«La mala señalización del Camino de Santiago en la salida de Cáceres hace que la práctica totalidad de peregrinos no tomen la ruta del Paseo Alto-Sierrilla y anden por la carretera de la capital cacereña al Casar, con el consiguiente peligro que eso supone», argumenta Salvador Vaquero, responsable de Natura 2000 en Extremadura.

Él atribuye eso a que en la rotonda de Ronda Norte no existe una señal clara que les indique que tienen que tomar la ruta Paseo Alto-Sierrilla. Actualmente, hay un cartel en la calle Calatayud, justo después de la avenida de las Lavanderas, pero según indican desde Natura 2000, «en él no se alude al Camino de Santiago». Lo que sí hay es una pequeña flecha de color amarillo que indica que la ruta debe seguir por la izquierda para conectar con la cañada real y evitar la carretera.

En esa flecha hay que fijarse mucho para poder verla. De hecho, la mayoría de los caminantes no se dan cuenta de su existencia. Tanto es así que miembros de Natura 2000 han hablado con una veintena de peregrinos y todos les han confesado que desconocían la existencia de esta alternativa para poder seguir su camino a la salida de la ciudad.

Ante esos hechos, la asociación ha pedido al Ayuntamiento de Cáceres que coloque «señales visibles y claras para los peregrinos indicando la subida al Paseo Alto-Sierrilla, con el fin de que no tengan ninguna duda y prevenir accidentes en el peligroso tramo de Cáceres-Casar».

La agrupación destaca que es competencia del Consistorio cacereño modificar las señales porque se trata de una zona urbana. Sin embargo, lamentan que por el momento no se han puesto en contacto con ellos. «No hemos obtenido respuesta», comenta Salvador, tras aludir a que no es la primera vez que hacen una petición similar.

En 2016, cuando el Consorcio Cáceres Ciudad Histórica anunció una inversión de 6.000 euros para una nueva señalización del Camino de Santiago a su paso por la ciudad, ya reivindicaron cambios.

Representantes de Natura 2000 mantuvieron reuniones con responsables municipales para pedir que se desviara el trayecto de los peregrinos y se les llevara a través de la cañada real, «permitiéndoles tener una visión preciosa de la ciudad y recorrer caminos sin peligro».

Piden señales claras y visibles en una de las rotondas de Ronda Norte para evitar accidentes

Los responsables municipales se comprometieron a hacer lo posible e incluyeron la ruta Paseo Alto-Sierrilla. Pese a ello, desde Natura 2000 consideran que «la señalización no es clara y hoy, dos años después, los peregrinos siguen andando por una carretera peligrosa».

En los albergues municipales coinciden con esta petición. «Diariamente pasan por nuestras instalaciones hasta 20 peregrinos, sobre todo cuando termina agosto. Dicen que la entrada hasta la ciudad está mal comunicada», aseguran en el albergue Las Veletas, situado en la calle General Margallo.

Destacan que los peregrinos suelen tomar el camino recto desde su establecimiento para llegar a la Ronda Norte y continúan hasta Casar de Cáceres por la carretera.

En la Oficina de Información Turística del Casar, ubicada enfrente de un albergue que cuenta con 22 plazas, atienden diariamente a peregrinos de diferentes partes del mundo. Sus trabajadores reconocen que este fin de semana ha estado completo. «La mayoría eran noruegos, franceses y alemanes y muy pocos saben que hay un camino alternativo que les conecta con la cañada real para evitar la carretera y posibles accidentes».

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