El 'látigo' del PP que se convirtió en la mano derecha del alcalde de Cáceres
Andrés Licerán ha sido el hombre de confianza de Luis Salaya estos años: el que fustigaba al PP de Elena Nevado en cada pleno y luego pasó a controlar cada detalle ya en el Gobierno
La biografía en la web oficial del Ayuntamiento de Andrés Licerán (Vitoria, 1980) arranca con una reseña como «experto en Prevención de Riesgos Laborales». La realidad le ha demostrado a este auténtico 'animal político' del Gobierno municipal que fue poco previsor al 'olvidar' pasar la ITV de su coche y tampoco midió demasiado bien el riesgo de no llevar seguro. Pocos podían esperar un descuido semejante en el que además ejercía como concejal de Policía, el hombre que fustigó una y otra vez al Gobierno del PP en el mandato de 2015 a 2019 con los populares en minoría.
Incansable en el día a día municipal, sobre Licerán y su compañera Belén Fernández recayeron las mayores responsabilidades de una labor de oposición en la que el hoy alcalde, Luis Salaya, ponía la dialéctica y ellos aportaban los datos, informes y pruebas de incumplimientos varios en materias como empleo, concesiones o recursos humanos.
Licerán se convirtió en un incordio en cada comisión, en cada declaración pública y sobre todo en cada pleno. La alcaldesa, Elena Nevado, ni siquiera le llamaba por su apellido. Solía citarle como 'Lizarrán', tal vez en alusión a la popular franquicia hostelera. Una forma de hacerle de menos que a él le hacía sonreír.
'Lizarrán', a lo suyo, hizo de la labor de oposición una cátedra, hasta el punto de que llegar luego al Gobierno ha sido en muchos momentos un drama al recordársele retrasos en algunos proyectos que eran prioritarios para los socialistas y no arrancan. O fotos de inauguraciones de obras que diseñó y perfiló el PP, no el PSOE.
Cercano y afable, lee todo y escucha mucho. Se mueve entre los grupos políticos con agilidad y conoce las interioridades del partido. Formado en la cuna de UGT, este seguidor del Baskonia y el 'glorioso' Alavés, es un convencido de la causa socialista, una de esas personas que se creen lo que dice por mucho que le insistan en que está equivocado.
No es extraño que Salaya se haya apoyado en él hasta el final. Que le haya defendido hasta donde ha podido. Ambos formaron un tándem bien compenetrado en la oposición primero y en el Gobierno después. Cualquiera querría una 'mano derecha' como él que resuelve expedientes y tapa goteras. Hasta el domingo. Sin ITV ni seguro en su coche era indefendible. Ya lo dijo Salaya: «La madre que te parió, Andrés».
