La justicia apoya la decisión de la Junta de no entregar a una madre a sus dos hijas

La madre reconoció en la Audiencia de Cáceres que las menores habían vivido en el seno de una familia desestructurada y de escasos recursos económicos, pero también subrayó que nunca se produjeron episodios de maltrato infantil y que las menores tenían todo cubierto desde un punto de vista emocional y ofrecido por ella.

El tribunal recalca, sin embargo, que la Junta de Extremadura tuvo que retirar la custodia de las niñas a su padres al estar en una situación de riesgo.

Esta se generaba, según recoge el texto de la sentencia, «a partir de las innegables dificultades de los progenitores para afrontar el rol parental, con unas relaciones muy conflictivas entre ambos que influían negativamente en las menores, con abuso de alcohol por el padre, inestabilidad emocional de la progenitora, falta de apoyos funcionales estables, hábitos familiares inadecuados en cuanto a higiene, sueño, alimentación, salud, hábitos de estudio, continuos cambios de domicilio, falta de concienciación de la problemática familiar y escasa colaboración de los padres con las intervenciones propuestas desde diferentes ámbitos profesionales».

La madre alegaba que esa situación ha cambiado, ya que tiene una nueva pareja.

Sin embargo, ni para la Junta, ni para la Justicia eso es garantía de que las menores van a ser bien atendidas. «Entendemos que la situación de riesgo era patente y justificativa del desamparo, y que no hay datos que nos hagan pensar en que las circunstancias han cambiado superando ese escenario de riesgo pasado».

La Audiencia Provincial cita la Convención de Derecho del Niño de las Naciones Unidas, para señalar que el interés superior de los menores está por encima de cualquier otro que se estime legítimo.

Para los tribunales, la mejor solución para las dos hermanas menores es que sigan siendo cuidadas y atendidas por sus tías paternas.