Johari, la joven extremeña estudiosa de las renovables becada por BP
Con 16 años, la cacereña es una de las seleccionadas en España por British Petroleum y la Universidad de Pensilvania para un programa de sostenibilidad
A sus 16 años recién cumplidos Johari Barrientos Murray acaba de terminar primero de Bachillerato en el IES El Brocense de Cáceres. El año ... pasado hizo dos cursos en uno, así que dentro de un año estará asomándose a la Universidad. Antes de eso, esta joven cacereña-afroamericana (su padre es de aquí y su madre neoyorkina) disfrutará de un verano en Brasil como participante en el programa de una de las becas AFS Global Stem Academies de British Petroleum y la Universidad de Pensilvania enfocada a la sostenibilidad.
Durante 12 semanas Johari ha formado parte de un programa virtual y este verano, entre julio y agosto, viajará a Brasil. Solamente el 5% de los 7.060 jóvenes de 16 países que solicitan esta beca la logran, y Johari es una de los cinco españoles que la ha logrado, la única extremeña. «Es una beca muy competitiva», explica. Para lograrla ha tenido que elaborar un proyecto sobre impacto social y sostenibilidad. «Algo que a mí me interesa mucho es el tema de las renovables, y me di cuenta de que España, en concreto Extremadura, eso lo hace muy bien, el 98,84% de la energía producida aquí es limpia y me da la sensación de que a veces esto no se sabe, que la región no tiene el respeto que merece», reflexiona.
La práctica totalidad de la energía producida en la región proviene de fuentes renovables, como la solar fotovoltaica, la eólica y la hidráulica. «Parece que estamos siempre detrás en desarrollo pero hay cosas muy buenas», apunta. «Tenemos muchos recursos naturales y un potencial energético impresionante, somos importantes como productores eléctricos, en Badajoz tenemos la planta solar más importante de Europa».
Lo que ella ha ideado es una campaña informativa destinado a un público de edad escolar. «Se trataría de dar a conocer la actividad de Extremadura en el desarrollo sostenible, en concreto en las renovables». La idea, remarca, es fomentar el orgullo regional. «Pero no porque sí, sin más o porque me encanta ser extremeño, sino basarlo en datos reales, tangibles y positivos».
«Hay que fomentar el orgullo regional, pero no porque sí, sino basándolo en datos reales, tangibles y positivos»
Sabe que hay un enconado debate con las nucleares, pero cree que palían el problema de la intermitencia energética. «No siempre va a haber sol, no siempre va a soplar el viento, pero las nucleares son muy fiables, siempre van a estar ahí». Le interesa mucho el hidrógeno verde, hidrógeno producido utilizando electricidad de fuentes renovables, como la solar o la eólica, a través de la electrólisis del agua. «Un desafío de las renovables es cómo almacenar la energía a largo plazo, y el hidrógeno verde aunque no es tan eficiente sí puede contener la energía».
Debates
Su interés personal y la curiosidad han sido la palanca para investigar en todos estos temas. «A lo largo del año pasado estuve muy metida en debates, me parece muy interesante, investigo, bicheo y me entero de las cosas», señala. Pronto tendrá que decidir a qué se va a dedicar, qué pasos académicos va a dar. «Me gustaría ser piloto de avión, yo he viajado mucho (ha vivido en Nueva York y en Bahamas) y en EEUU mi grupo está muy infrarrepresentado, solo el 2% de los pilotos es de ascendencia afroamericana», explica. Igual sucede en las disciplinas STEM (ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas). «En mi clase hemos sido 29 este año y había como ocho chicas, pero de ellas solo tres cursábamos tecnología y de todo primero de Bachillerato solamente había cinco».
Tiene datos sobre esta brecha de género. «En España por cada mujer que trabaja en STEM hay tres hombres y del porcentaje total de mujeres trabajando solamente el 5% lo hace en profesiones realizadas con ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas». ¿Cómo puede explicar esto? «Históricamente hay factores que pueden contribuir a ello, también estigmas sociales y en el caso de piloto, es una profesión muy difícil de llegar porque los costes, de partida, son muy altos». Ella baraja la posibilidad de hacer una ingeniería aeroespacial o de energías antes de iniciar el camino a ser piloto. En todo caso, cree que hay mejoras, pero que se necesita un buen contexto. «Yo tengo suerte porque tengo una profesora de Tecnología buenísima». El reto es que las mujeres en ciertas áreas tengan el mismo respeto que sus compañeros varones.
¿Se ve, a sus 16 años, un referente para sus compañeras? «No lo sé, me gusta hacer de todo, me gusta el deporte, pero yo creo que me ven como una persona normal, nunca me lo he planteado», dice con modestia ya con un pie en su aventura brasileña. Su estancia será en Natal, una ciudad costera y después en Río de Janeiro, en donde tendrá que presentar su proyecto en la sede de British Petroleum. A través de su voz Extremadura resonará como un lugar con un gran potencial energético.
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