La Policía Nacional de Cáceres identificó el pasado día 10 de agosto a la a un hombre al que le constaban varias reclamaciones policiales, por delitos de estafa y hurto, en las comunidades de Galicia, Aragón, Valencia, Castilla la Mancha y Extremadura.
La detención de W.L.H., un varón de 55 años natural de Santiago de Cuba, se produjo gracias a la llamada de un agente de la Guardia Civil fuera de servicio y que disfrutaba de unos días de vacaciones en la capital cacereña, como ya adelantó HOY el pasado sábado, 11 de agosto. El miembro de la benemérita reconoció al ahora detenido en la avenida de Portugal, lugar al que se desplazó una dotación de la Policía Nacional que le pidieron que se identificara. El hombre aportó una filiación con nacionalidad cubana pero sin documentos que lo acreditaran, motivo por el que fue trasladado hasta dependencias policiales y realizar las comprobaciones oportunas.
Una vez en comisaria se identificó plenamente a esta persona, la cual utilizaba varios nombres y diferentes nacionalidades con el fin obstaculizar la acción policial y judicial. W.L.H. tenía pendientes siete requisitorias policiales en diferentes comunidades autónomas como presunto autor de delitos contra el patrimonio, momento en el que la dotación policial procedió a la detención de esta persona.
El detenido, varón de 55 años de edad, quien cuenta con numerosos antecedentes por diferentes hechos delictivos, fue puesto a disposición de la Autoridad Judicial, quien decretó su ingreso en prisión.
El 'modus operandi' que utilizaba el detenido consistía en distraer a la persona, normalmente de avanzada edad, cuando realizaba alguna gestión en un cajero automático o entidad bancaria, normalmente se dejan caer al suelo billetes de poco valor y se le pregunta a la víctima si son suyos. En ese momento, los delincuentes aprovechan para sustraer dinero, la tarjeta o cartilla y realizar extracciónes posteriores en otros cajeros o entidades.
La Policía Nacional aconseja que a la hora de utilizar un cajero se seleccione uno con la posibilidad de cerrar la puerta e intentar teclar el número pin de la tarjeta ocultando el teclado del cajero.
También remarcan que no nada ni nadie nos distraiga cuando se realiza una operación en el cajero y en caso de duda anular la operación y retirar la tarjeta.
Además recomiendan que se revise los movimientos bancarios de manera frecuente para detectar posibles cargos fraudulentos.