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Magdalena Nevado en San Jorge junto a Santiago Abascal. Lorenzo Cordero
De 'huérfana' del PP a diputada nacional con Vox

De 'huérfana' del PP a diputada nacional con Vox

Magdalena Nevado ha pasado en 7 meses de ser conocida como 'la hermana de la alcaldesa' a protagonizar un ascenso de casi 10.000 votos en Cáceres

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Miércoles, 13 de noviembre 2019, 09:10

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La misma noria de la política que ha descabezado a Ciudadanos justo cuando aspiraba a su particular 'sorpasso' con el PP ha permitido a Magdalena Nevado (Cáceres, 1973) ser elegida disputada nacional después de una primera intentona fallida el 28 de abril. Esa noria la deja en las alturas de una formación al alza que ha multiplicado su presencia en el Parlamento hasta los 52 representantes. Ella entra por Cáceres.

Hace apenas unos meses, este mismo verano, Nevado tenía tan revuelto el gallinero de Vox en la provincia que algunas versiones apuntaban a un torrente de bajas en el partido, por encima del centenar. Siempre lo negó, pero su gestora provincial se quedó en cuadro y después el único concejal en el Ayuntamiento, Teófilo Amores, también abandonó. A Nevado, casada, sin hijos, exprofesional de la industria farmacéutica y de una firma de trabajo temporal, el último verano se le debió hacer eterno.

Los conflictos del partido la dejaron sin vacaciones. «Les cuesta afrontar ahora cuatro años de sacrificio. Yo estoy dispuesta. No necesito sillones, con el sillón de mi casa me basta», proclamaba en julio sobre las bajas. Algunas llegaron el 18 de julio para coincidir con el aniversario del alzamiento nacional de 1936, un detalle que revela el perfil de quienes han estado cerca de Magdalena Nevado en este tiempo.

La nueva diputada nacional se mantiene firme en la ortodoxia del partido de Abascal, con el que hablaba por Instagram y al que ha conseguido traer a Cáceres en varias ocasiones. Defiende la unidad de España, el no al aborto, un feminismo de derechos pero también de obligaciones para la mujer, una inmigración controlada que no desperdicie recursos del sistema nacional para «gente de fuera» o la derogación de la Ley de Memoria Histórica. Solo busca los cadáveres de un bando en las cunetas, opina.

Pese a ello defiende que Vox es un partido moderno, con las ideas claras, alejado tanto de los nostálgicos del franquismo como de una 'derechita cobarde' que en Cáceres –llegó a decir– era la más cobarde de todas.

Fue recibida en un pueblo con cánticos del 'Cara al Sol' y banderas con el águila imperial

Sobre lo primero un ejemplo. Como presidenta de la gestora provincial se presentó con su comitiva en un pueblo y fue recibida por los simpatizantes de Vox con gritos franquistas, cánticos del 'Cara al Sol' y banderas del águila imperial. «Vox no es eso», respondió esta mujer de carácter, vehemente, aficionada al campo y que llegó a formar parte de la Ejecutiva regional del PP con 18 años. «Eso solo duró unos meses», suele repetir. Lo cierto es que estuvo más de dos décadas afiliada al partido que ahora preside Pablo Casado. En su casa siempre se ha hablado de política y a ella esa vena, dicen sus allegados, ya le salió cuando estudiaba en las Carmelitas.

Procede de una familia conservadora, muy conocida en la ciudad. Su padre era el popular empresario Rosendo Nevado, fallecido en 2016. Son siete hermanos, uno de ellos, José Félix, llegó a ser presidente del Cacereño en los 90; su padre ocupó el cargo de vicepresidente, y otra hermana, María José, fue directora de Formación para el Empleo con Monago.

Pero por lo que más se conocía hasta ahora a Magdalena era por su parentesco con Elena Nevado. La 'hermana de la alcaldesa' ha dejado de serlo para convertirse en diputada nacional. Y lo consigue después de que Vox haya crecido casi 10.000 votos en Cáceres para llegar en apenas siete meses a más de 35.000. Lo hace con el tirón de las siglas de la formación de Abascal, al que recuerda que ya votó en 2015. En unas imágenes de 2011 sale junto al presidente regional del PP antes de unas elecciones. Fue interventora de los populares en distintos comicios. Le molesta especialmente que las informaciones sobre ella estén acompañadas por esas fotografías. No le gusta recordar esa etapa, pese a que diga que no se avergüenza. En su círculo más íntimo repite que hubo un momento en que se sintió 'huérfana políticamente' en un PP que ya no la representaba.

Nevado ha retomado en la UNIR los estudios de Derecho, que nunca llegó a terminar. Ejerce como la 'mujer de Abascal' en Cáceres. A Madrid han llegado escritos muy duros contra ella y todos han ido a la papelera. Le apasionan la Psicología y la fotografía. En una de las que aglutinaba al equipo cacereño de Vox, recuerdan sus críticos, ya solo queda uno. Todos los demás se han ido marchando, cansados, fulminados o desencantados.

La acusan de gestionar con mano de hierro y de forma personalista. Los que no están no pasaron el 'filtro', replica ella. Está a la espera de ver cómo se resuelven varias denuncias presentadas. Por amenazas y por la difusión de conversaciones privadas.

Esos líos internos la mantenían alerta antes. Ahora, Magdalena, la 'huérfana' del PP, la 'exhermanísima', se ha subido a la noria política y ve la escena desde arriba. Precisamente ella, que decía conformarse con el sillón de casa, y que prepara el acta que la llevará hasta el Congreso.

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