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CÁCERES.
Jueves, 3 de octubre 2019, 08:45
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De los once hosteleros condenados en el Juicio del Ruido en La Madrila, uno de ellos ha pedido no ingresar en prisión por motivos de salud. La petición la ha realizado su abogado, indicando que de entrar en el centro penitenciario empeoraría mucho su enfermedad. Actualmente el Ministerio Fiscal está valorando la solicitud del letrado.
Es difícil que los tribunales eximan de ingresar en la cárcel a un condenado. El pasado mes de julio el Diario HOY informó de una decisión de la Audiencia Provincial de Cáceres, que señaló que tenía que cumplir condena en el centro penitenciario de Cáceres otro preso que alegaba motivos de salud para librarse de estar encarcelado. En ese caso era un condenado por falsificar documentos públicos. Su abogado pidió que se suspendiera la orden de ingreso en la cárcel, para lo cual entregó en la Audiencia Provincial informes médicos en los que se indicaba que el condenado tiene obesidad mórbida, además de cardiopatías y diabetes mellitus.
El tribunal señaló que tenía que cumplir la condena de cárcel. La sentencia señalaba que para librarse de ingresar en el centro penitenciario, tenía que tener una enfermedad muy grave con padecimientos incurables, y esa enfermedad tiene que ser, «o bien terminal, o bien de tal naturaleza que suprima por sí sola la posible peligrosidad criminal del sujeto, pues en ambos casos resulta innecesaria la ejecución de la pena para alcanzar los fines de reeducación y reinserción social a que se refiere el artículo 25.2 de la Constitución».
Recalcaba la Audiencia que no estaban ante un enfermo terminal, y tampoco ante una persona cuyas enfermedades suprima su peligrosidad criminal.
Hoy, jueves, ya comienzan los hosteleros condenados a ingresar en prisión. Lo harán de manera escalonada, estando la mayoría de ellos mentalizados de que cuanto antes entren antes saldrán. Podrán, con cierta suerte, obtener el tercer grado para finales de año, en la época de las fiestas de Navidad.
Diez de ellos tienen que cumplir una condena de dos años y tres meses de prisión, y sólo uno ha sido condenado a dos años y nueve meses de cárcel. Abogados de los condenados señalan que en este mes de octubre todos estarán en el centro penitenciario de Cáceres.
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