«A mi hijo le pegaban en el recreo y tardaron varios meses en tomar medidas»
El hijo del cacereño Felipe Pérez comenzó a recibir insultos y ser agredido después de defender a un compañero de clase
En Cáceres, como prácticamente en todas partes, también existe el acoso en edades tempranas. Un ejemplo es el hijo de Felipe Pérez, alumno que hasta ... el curso 2020/2021 acudió al C.E.I.P. de Prácticas, donde, como denuncia su progenitor, el niños fue acosado por un compañero después de defender a un amigo.
Todo comenzó en octubre de 2020. Según Felipe, su hijo llegó a casa diciendo que le habían pegado. «Al principio intuimos que era algo puntual y no le dimos más importancia. Sin embargo, posteriormente hubo más y el niño se callaba. Era su hermana melliza la que nos contaba que le pegaba en el recreo, que lo arrastraba y que recibía puñetazos», comenta el padre, que el punto de inflexión fue un día en el que llegó a casa «con marcas en la espalda» y en ese momento decidieron ir al colegio para hacer constar la situación. «El centro no se involucró absolutamente nada. Más tarde, el niño recibió una patada delante de una profesora, subieron a dirección a ambos niños y los castigaron a los dos. A partir de ahí, tuve que denunciar, porque no hacían caso y lo negaban todo», señala.
«Nos dijeron que ellos tenían constancia de una o dos agresiones y, según el protocolo que hay ahora, tienen que ser continuadas y al menos tres agresiones. Me parece muy fuerte que tengan que ver tres agresiones para pararlo. Igualmente, nosotros constatamos que al menos había sido agredido unas diez veces», añade Felipe.
Tras las denuncias, el protocolo no se abrió hasta prácticamente la primavera de 2021, cuando su hijo empezó a ser más vigilado. En este momento cesó el acoso físico, pero no el verbal, garantiza el padre.
En relación a las secuelas que estos hechos pueden haberle dejado, cree que todavía es muy pronto para haberlo olvidado por completo. «No ha tenido secuelas físicas afortunadamente, pero sí tiene reacciones ante otras situaciones de acoso, se pone bastante intranquilo. No ha pasado el tiempo suficiente y eso no se olvida fácil», señala.
Después de llegar al instituto, a pesar de que en él también está su agresor, la situación ha mejorado considerablemente. Los padres del afectado acudieron al centro de secundaria para dar a conocer esta situación y que se actúe en consecuencia para evitar nuevos episodios de violencia verbal o física hacia el alumno, que, por el momento, no se han vuelto a reproducir.
Felipe Pérez, impulsado por la idea de evitar que otros vivan lo que su hijo ha pasado, dio el paso de adherirse al proyecto de Acoes, asociación de la que es vicepresidente.
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión