«Vimos que salía humo de la celda y saltaron las alarmas»

Los hechos ocurrieron en torno a las 5.40 horas, cuando el preso que ocupaba la celda prendió fuego de manera intencionada al colchón de su cama y a la colcha, según ha detallado a HOY la Subdelegación del Gobierno en Cáceres. Como consecuencia de las llamas y el calor, el recluso sufrió heridas de diversa consideración en uno de sus brazos y fue hospitalizado en el Hospital Nuestra Señora de la Montaña, donde ayer permanecía en una de las habitaciones de custodia. Desde el Servicio Extremeño de Salud (SES) se indica que el recluso ha sido atendido y curado de sus quemaduras, «que no revestían gravedad».

La Subdelegación del Gobierno descarta que se trate de un intento de suicidio. El varón, de unos 38 años, es extremeño. Había ingresado en el centro penitenciario de Cáceres el viernes procedente de la prisión de Huelva para asistir a un juicio que tenía pendiente en la capital cacereña, donde ya había estado preso pero tuvo que ser trasladado hasta Andalucía porque tenía problemas de convivencia con otros reclusos. La Subdelegación del Gobierno no ha facilitado el motivo por el que está condenado a prisión.

«Cuando entramos en la celda estaba acurrucado en posición fetal», ha detallado Pedro Mateos sobre el interno. El sindicato al que pertenece envió ayer un comunicado en el que da más detalles sobre lo ocurrido y denuncia el déficit de personal que hay en el centro, una idea sobre la que también insiste Mateos.

Tal y como explica la organización sindical, al percatarse del humo y sonar las alarmas, los trabajadores activaron inmediatamente el protocolo que hay para estos casos. En primer lugar, se llevó a cabo la evacuación del resto de los internos del módulo para evitar que pudieran resultar intoxicados si el humo entraba en sus celdas y, posteriormente, rescataron al preso que había provocado el incendio, para lo que utilizaron extintores y máscaras respiratorias. Fueron ellos los encargados de sofocar las llamas.

«Con un número reducido de funcionarios se pudo resolver esta difícil situación, gracias a la profesionalidad y rapidez con la que actuaron los trabajadores; profesionalidad muchas veces no reconocida por la administración actual», ha denunciado UGT en su nota al tiempo que felicita a los funcionarios por su trabajo.

Según el sindicato, en el momento de los hechos solo se encontraban en la cárcel «el jefe de servicio, la funcionaria del departamento de mujeres y otro funcionario más de servicio en la zona de acceso; ni siquiera había un funcionario de servicio por módulo, situación que viene repitiéndose habitualmente».

Los funcionarios «salvaron la vida del interno y garantizaron la seguridad del establecimiento penitenciario», han remarcado desde la sección sindical de UGT Prisiones, que ya ha denunciado en diversas ocasiones el déficit de personal que sufre este centro, recientemente con un escrito a la Subdirección General de Recursos Humanos de la Secretaría General de Instituciones Penitenciarias.

El sindicato ha insistido en la necesidad de corregir este déficit para poder afrontar estas situaciones y otras muchas más que se derivan del quehacer cotidiano de la prisión, «para garantizar la seguridad e integridad de los internos y de cualquier trabajador del establecimiento».