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Viernes, 15 de julio 2022, 08:33
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La Fundación Valhondo dará a conocer este viernes el nombre de los adjudicatarios de dos de las fincas rústicas para las que se ha establecido un nuevo sistema de adjudicación. Se trata de Alberquilla y Cerca de Guijarro y Casilla Arrogatillos. En total hay 13 interesados en gestionar estos espacios, en una de ellas cinco y otra ocho.
El subdelegado del Gobierno, José Antonio García Muñoz, que preside esta Fundación, ha confirmado que, una vez presentadas las solicitudes y abiertas las plicas de las ofertas económicas el pasado 1 de julio y después de hacer las comprobaciones, será este viernes cuando se proceda a esta adjudicación, cuyo cambio de modelo generó una protesta en el Ayuntamiento protagonizada por los actuales adjudicatarios, por considerar injusto el nuevo sistema.
«El patrón ha accedido a aplicar la legislación que hay sobre arrendamiento de fincas rústicas. Los contratos son de cinco años y se saca a subasta para que todo el que tenga interés pueda concurrir a ella. Hemos decidido abrirla a los posibles interesados para que las personas que lo tienen no consideren que por estar van a tener una renovación de por vida, ya que se podría interpretar como un privilegio», indicó a HOY el subdelegado del Gobierno. Entre las condiciones que hay que tener para optar a estas parcelas está la de ser los demandantes agricultores a título principal. La Fundación Valhondo examina las ofertas y aplica el baremo. Aunque una de las fincas se encuentra en terreno del proyecto extractivo del litio, García Muñoz ha explicado que «no tiene nada que ver. Tienen que ser ganaderos para optar a las fincas».
Además de esta institución el Ayuntamiento de Cáceres, la Diputación, el TSJ y la UEx son patronos de esta entidad. El resto de contratos irán venciendo durante los próximos tres años.
En total, están afectados 24 adjudicatarios que temen una subida de hasta el 50 por ciento en el precio del alquiler o incluso tener que abandonar lugares que han sido explotados durante años por varias generaciones y cuyo contrato ha ido pasando de padres a hijos durante todo este tiempo.
Los actuales adjudicatarios de las fincas tienen la intención de continuar con los actos reivindicativos. La primera de sus protestas tuvo lugar en el Ayuntamiento de Cáceres, en un pleno. Los afectados acudieron al mismo con camisetas en las que podía leerse en su pechera, 'Salaya, traidor'.
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