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¿Qué ha pasado hoy, 27 de marzo, en Extremadura?
Francisco Alcántara en el bulevar de Calvo Sotelo. :: JORGE REY
«Si hace falta una moción de censura cuando sea, lo haremos»

«Si hace falta una moción de censura cuando sea, lo haremos»

Francisco Alcántara | Portavoz de Ciudadanos en el Ayuntamiento de Cáceres ·

Cuestiona la capacidad del Gobierno de Salaya y admite que lo «lógico» sería que Cs entrase en el mismo

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Sábado, 3 de agosto 2019, 08:57

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«Personas, ideas y mercados libres para el progreso de la sociedad». Es la máxima que incluye como ideología política propia en su perfil de una red social Francisco Alcántara (Cáceres, 1967). Doctor en Economía, profesor universitario y empresario, a su extenso currículo se pueden añadir ya dos referencias más: la de portavoz municipal de Ciudadanos (Cs) y la de alcalde frustrado. Porque admite que dio el paso de liderar el proyecto de Cs en las elecciones de mayo para gobernar. De hecho, no descarta hacerlo aún «si es lo mejor para Cáceres». A izquierda o a derecha.

–¿Ser concejal es lo que usted pensaba antes de llegar al pleno?

–No hay mucha diferencia. La idea previa era ser alcalde, no concejal. Entre ser alcalde y concejal sí hay diferencias. Ser portavoz municipal me parece interesante. Mi dedicación a tiempo parcial en el Ayuntamiento me permite compaginar esa actividad con la profesional.

–¿De verdad creyó que podía ser alcalde?

–Estábamos convencidos por el equipo que llevábamos. Muy competente, preparado para gobernar. Con experiencia en la municipalidad y un fuerte bagaje de fuera. Y percibíamos una necesidad de cambio en Cáceres. Se unía el buen resultado de las generales. Hicimos una campaña intensa, con muchos menos medios que PSOE y PP. De cada 10 carteles de Salaya y siete de Mateos, había uno de Alcántara. Fuimos cada vez más eficientes y eso nos hizo pensar que teníamos opciones, pero las expectativas de Cs en las municipales y autonómicas lamentablemente no se cumplieron a nivel nacional. Luchar contra la inercia cuando el partido se desinfla un poco es complicado.

–¿La primera impresión la noche del 26-M fue de decepción?

–Podíamos ser opción de gobierno con el pacto adecuado, no nosotros solos. Cuando llegaron los primeros resultados nos dimos cuenta de que era inviable. Hubo una decepción y exteriorizamos que no era lo esperado. Luego, a lo largo de la noche nos dimos cuenta de que el resultado de Cs en Cáceres era de los mejores en capitales de provincia. Éramos la llave de la gobernabilidad.

–Esa misma noche dijo que gobernarían, bien con el PP, bien con el PSOE. ¿Se precipitó?

–No. Es algo que hemos hecho en todas las administraciones en las que ha sido factible. No fue precipitación. Era lo correcto y lo coherente. Decir que queríamos entrar en el Gobierno con el pacto adecuado. Me pareció coherente en ese momento y hoy. Podemos aportar capacidad, cambio, regeneración, estabilidad... Sería positivo para Cáceres que los concejales de Cs estuvieran más presentes en el día a día municipal.

–Pero no gobiernan...

–No fue un error decirlo, pero a la vista de que no hemos entrado en el Gobierno quizás lo prudente sería no haberlo dicho. Al final no pudimos entrar y eso nos generó cierta frustración a nivel personal y a nivel de grupo.

–Hace cuatro años pusieron al PP en el Gobierno pero con condiciones. Ahora da la impresión de que al PSOE le ha salido gratis.

–Quizás no hemos lo hemos transmitido bien. Gracias a nuestra abstención es investido un alcalde socialista. Él sabe que estamos esperando una serie de inversiones muy importantes. No ha sido un cheque en blanco. No hay un acuerdo contractual de estabilidad de gobierno, pero existe un compromiso real de intentarlo y ejecutarlo. Son inversiones que todos conocemos. Estamos a la expectativa. Ese es el compromiso que Salaya tiene con nosotros.

–¿Por qué PSOE y no PP?

–Hemos colocado al PSOE en el Ayuntamiento porque era más evidente la llegada de inversiones que pueden cambiar el modelo de ciudad. Al estar el mismo partido en las distintas instituciones. Esperamos que lleguen.

–¿Cómo recuerda las negociaciones?

–Teníamos claro que queríamos un gobierno de coalición con el PSOE pero sabíamos que íbamos contracorriente con respecto al socio fundamental que nos estaban dirigiendo desde Madrid. No pudimos sacar adelante el pacto que considerábamos. La misma noche estábamos negociando con el PP. No dio tiempo a formalizar un compromiso de estabilidad, pero el alcalde sabe cuáles son nuestras prioridades.

–Pero si no tiene nada firmado...

–El lunes tras la investidura dije que estábamos esperando estas inversiones. Queremos que se pongan en marcha. Siempre se pensó en lo mejor para Cáceres y los cacereños. No fue un tema partidista o electoralista. Nos han achacado cosas difíciles de entender, como cambiar del PP al PSOE para trincar. Somos el grupo con menos gasto por concejal. No sé qué hemos trincado. Hemos creído conveniente el cambio. Cáceres lo demandó. Los ocho años del PP dejan muy tocada a la ciudad. El cambio no veía por dar la alcaldía a Rafael Mateos.

JORGE REY

«Lo podíamos haber hecho tan bien que hubiera sido bueno para Cáceres que estuviésemos gobernando»

«Si yo fuera el alcalde Luis Salaya no estaríatan tranquilo. Está excesivamente tranquilo»

–¿Qué le parece la gestión de Luis Salaya en estas primeras semanas?

–Dudo que sea un gobierno fuerte y con capacidad de liderazgo para traer estas inversiones. Me ha sorprendido la división interna en las familias socialistas. Alguien me ha dicho que no están tan contentos con que el alcalde sea Salaya. Entre ellos hay una división clara y se cuestiona la capacidad de liderazgo del alcalde. Es un Ayuntamiento continuista que coge lo que dejó el anterior. Está ahogado en el día a día, sin liderazgo ni altura de miras. No queremos un alcalde continuista que cierre expedientes abiertos. Tenemos dudas de su capacidad para liderar y traer inversiones.

–Pero usted está más cerca de Salaya que de Rafael Mateos (PP)...

–No es cierto. La sintonía es la misma. Hay un clima cordial, de compañerismo. Con el PP hubo coletazos por no ser capaces de llegar a un pacto. Se reflejó en el algún pleno. Las relaciones se han normalizado.

–¿Habría sido mejor entonces pactar con el PP?

–Si me hubiera dejado llevar por la tesis de mi partido, hubiésemos sacado mucho mayor rédito. Después de ver la confrontación directa PSOE-Cs a nivel nacional, eso se corrobora aún más. Un acuerdo con el PP con el apoyo indirecto de Vox nos habría dado mayor rédito para Cs pero no sé si hubiera sido lo mejor para Cáceres. En eso tengo dudas. Estaría gobernando el PP. Pero ¿es lo que necesita la ciudad? Yo creo que no.

–¿Gobernarán con el PSOE?

–No tenemos un acuerdo en el que se establezca cuándo vamos a entrar. Nos han achacado eso y no es así. Si en algún momento es bueno que los concejales –de Cs– pasen a la Junta de Gobierno, lo abordaremos. No descartamos ninguna de las opciones. Si vemos que no llegan inversiones a la ciudad o no sale el presupuesto, ¿por qué no intentar un cambio de gobierno a través de una moción de censura? Si es lo mejor para la ciudad... Esa opción también esta abierta.

–¿Una moción de censura?

–Tenemos esa libertad. Cs quiere lo mejor para Cáceres. Si hace falta una moción de censura cuando sea, lo haremos. Nuestros cinco concejales pesan lo que pesan. Es pronto. Quiero que Cáceres tenga ese dinamismo social y económico.

–¿Y no sería mejor, como usted quería, entrar en el Gobierno actual?

–Está claro. Lo más lógico hoy sería entrar en el Gobierno municipal. Pero la confrontación directa entre Cs y PSOE no lo hace factible. No estamos en contra de un acuerdo con la socialdemocracia sino de un acuerdo con el 'sanchismo'. Aquí el 'sanchismo' no está tan presente.

–¿Les ha llamado ya el PSOE para hablar del presupuesto de 2020?

–No. El PSOE no hace un presupuesto nuevo y me parece un error. Ahora sigue con un presupuesto que no quería. Necesitamos unas cuentas expansivas. No es que nos queramos endeudar sino que queremos hacer más cosas. La situación permite más endeudamiento. Si es bueno para la ciudad, pondremos condiciones al presupuesto. No vale decir que si no hay dinero o que si los técnicos... Chirría mucho. Llama la atención que no nos llamen. Si yo fuera el alcalde no estaría tan tranquilo como Salaya. Está excesivamente tranquilo.

–Si hay algo que se les reprocha es su afán por coger sillones: vicealcaldía, cuatro concejalías...

–Queríamos el liderazgo de esas áreas. Había una disponibilidad. La prioridad era qué hacer y teníamos las personas, no al revés.

–¿No fue cuestión de puestos?

–Nos critican que queríamos trincar, sobre todo en el PP cuando se vio sin una renta asegurada. Pero no hemos accedido a nada. Somos el grupo que menos gasta. Coges los 5 concejales y hay una media liberación del portavoz, una secretaria de grupo y una quinta parte del sueldo de la periodista. Somos los que menos costamos. Vox le cuesta más al Ayuntamiento por mucho que Teófilo Amores (concejal) diga que no quiere la liberación, pero sí quiere las dietas.

–¿Por qué no renunció a cobrar del Ayuntamiento si ya tiene su propia empresa? (El concejal de Vox sí lo hizo)

–No creo que nadie me achaque nada. Lo que hay que ver es si eso es rentable para la ciudad. Ni sabía que había medias liberaciones. Fíjate el interés que yo tenía.

–¿Defiende el 2+2 en las alcaldías?

–Hoy sí lo haría. Parecía exótico, pero puede contribuir a la estabilidad. Lo podríamos haber hecho tan bien que hubiera sido bueno que estuviésemos gobernando. Cuando veo a mis compañeros, digo, 'qué lástima'. Tengo uno en Granada que es alcalde con dos concejales.

–¿Le crea frustración, entonces?

–Sí. Entré en política para influir en la toma de decisiones y cambiar mi ciudad.

–Es portavoz municipal, ¿se ocupará también de la gestión en Cs?

–Estaré encantado si me lo proponen.

–¿Qué opina de la cascada de bajas que sufre su partido?

–El que no se sienta cómodo, como dice Albert Rivera, que busque otro partido. Se ha ido gente muy válida en el apartado económico, pero los que llegan también lo son.

–¿En Cáceres también?

–Los que se han ido ni los conozco. Son muy pocos. Hemos crecido en afiliados en Cáceres.

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