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César Pico, miembro del hogar de mayores, rodeado de palomas:: JORGE REY
Cruzada contra las palomas en el casco antiguo de Cáceres

Cruzada contra las palomas en el casco antiguo de Cáceres

Varios colectivos respaldan la petición del hogar de mayores de la Plaza para que se reduzcan estas aves

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Jueves, 1 de enero 1970

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La imagen puede parecer bucólica, pero los usuarios del hogar de mayores de la Plaza están cansados de las palomas que sobrevuelan el recinto. No son los únicos. Varios colectivos, como la asociación de vecinos de la Ciudad Monumental, comerciantes y hosteleros de la zona, respaldan la iniciativa tomada por los usuarios del centro de la tercera edad.

César Pico Hormeño, en representación del centro de mayores Plaza Mayor y de la asociación cultural Plaza Mayor, pidió este miércoles al Ayuntamiento que adopte las medidas oportunas para reducir de forma progresiva la colonia de palomas existente en el casco histórico, «teniendo en cuenta que representan un problema de salud pública y deterioro de la ciudad», expuso. La petición la realizó en el transcurso de la celebración del Pleno del Mayor, que estuvo presidido por la alcaldesa, Elena Nevado.

La regidora cacereña recogió el guante. «Es un tema que nos preocupa porque afecta también a los monumentos. Los excrementos de las palomas dañan la piedra y nuestros monumentos son de piedra», dijo. Y añadió que ya había trasladado esta preocupación a la inspección de servicios municipales para que actúen.

Nevado aprovechó la ocasión para hacer un llamamiento público y solicitó a los ciudadanos que no alimenten a las palomas que están en la calle. «Son ratas voladoras. No contribuyamos a que haya un problema de sobrepoblación porque les damos de comer», pidió.

Mientras tanto, en el hogar de mayores de la Plaza llevan años padeciendo, aseguran, los efectos de las palomas. Han aumentado los excrementos que dejan en balcones y ventanas y cada vez son más las plumas que se cuelan en el interior. Denuncian que ha habido «un empeoramiento del estado de salud de algunos mayores que padecen enfermedades respiratorias», según hacen constar en el dosier entregado al Consistorio. Y, además, se quejan de que en muchas ocasiones no pueden abrir las ventanas y contraventanas de espacios del centro que dan a la Plaza Mayor, como el salón de actos, la biblioteca y la sala de informática, por la presencia de estas aves.

«El exceso de ejemplares de palomas salvajes supone un alto riesgo para la salud pública por los parásitos que acumulan y las enfermedades de transmisión que provocan en otras especies y con riegos para los ciudadanos», argumentó durante su exposición César Pico.

Palomas posadas en la fachada del Ayuntamiento de Cáceres. :: JORGE REY
Palomas posadas en la fachada del Ayuntamiento de Cáceres. :: JORGE REY

Desde el hogar de mayores de la Plaza apuntan al edificio anexo, propiedad de la Fundación Valhondo, como posible origen de sus males. El inmueble, que hace esquina con la calle Paneras, está abandonado y tiene las ventanas rotas. Su interior se ha convertido en un palomar, denuncian desde el centro.

¿Ha crecido el número de palomas en el casco histórico? «No sabemos si hay más o menos. Pero la impresión es que ahora hay más», explica Marcelino Cardalliaguet, delegado en Extremadura de la Sociedad Española de Ornitología. No disponen, indica, de un censo de este tipo de ave. «No nos extrañaría que hubiera más porque crecen sin limitación. Muchas otras ciudades tienen problemas con las palomas», explica el experto.

La presencia cada vez más notoria de palomas se debe, en parte, a la progresiva pérdida de las rapaces naturales que las controlaban, añade Cardalliaguet. Y habla, en concreto, de la disminución de lechuzas en la Ciudad Monumental, cuya población se ha reducido a la mitad en los últimos 20 años. «Quizá la población de palomas es la misma, pero está concentrada de otra manera».

El año pasado se puso en marcha el proyecto 'Life Zepaurban', destinado a blindar más de 200 mechinales de 11 edificios históricos a las palomas para favorecer la nidificación en estos huecos del cernícalo primilla. Juan Manuel Honrado, presidente vecinal del casco viejo, advierte que algunos residentes se han quejado de que, tras esta medida, hay más palomas en patios y tejados de casas particulares.

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