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LAURA ALCÁZAR
CÁCERES.
Sábado, 13 de abril 2019, 09:06
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Risotto de ibérico y boletus, potón en salsa americana o brochetitas de pollo marinadas al estilo andaluz son sólo tres de la veintena de tapas sin gluten que las personas con intolerancia a esta proteína -presente en algunos cereales como el trigo, el centeno o la espelta- pueden degustar hasta mañana en la décimo cuarta feria gastronómica Extregusta, que arrancó ayer en el Paseo de Cánovas de la capital cacereña. En total son 22 los expositores montados en las tradicionales casetitas de madera que ofrecen un centenar de propuestas culinarias en miniatura para el deleite de los paladares más exquisitos, en un fin de semana de sol y sin previsión de lluvia que en su última jornada coincide con el inicio de la Semana Santa y la procesión de 'La Burrina'.
La taquería Los Plebes es uno de los puestos en el que todos sus tacos son aptos para celiacos, desde el tradicional de pollo pibil hasta el de verduras con mole verde o el de cerdo ibérico. «Nuestras tortillas son todas de maíz y el relleno también, usamos sólo las de trigo en el restaurante para otros platos», explicaba Nahum García, propietario y chef de este local de la avenida de Alemania.
En el Catering San Jorge se puede probar un sofisticado 'ravioli de cangrejo y tenca en escabeche de zanahoria con crujiente de tomillo y pimentón de La Vera'. «Hay un número considerable de alérgicos al gluten y tienes que darles opciones», decía su jefe cocina, Iván Hernández. La nota dulce la encontramos en la pastelería La Guinda con un 'suspiro de fresa y chocolate'. De bebida, cerveza sin gluten, para que los celiacos no se sientan excluidos de una cita gastronómica de referencia en la ciudad. Esta edición es la que más tapas sin gluten incorpora, gracias a la petición que hace algunos años hizo la Asociación de Celiacos de Extremadura y a la concienciación de los restauradores de la muestra. «Queremos agradecer el esfuerzo de los hosteleros que año a año suman más tapas para celiacos a su oferta», subrayaba el gerente de IFECA , César Vicho.
La organización de Extregusta dio a conocer ayer las 19 tapas que participaron en el concurso profesional, y que fueron valoradas por un jurado de expertos de la Cofradía Extremeña de Gastronomía. Por primera vez los ganadores obtuvieron premios en metálico dotados de 1.000, 500 y 250 euros a las tres mejores exquisiteces.
El Catering San Jorge se hizo con el primero con su tapa 'Nuestra cereza de Jerte de Torta del Casar D.O.', El Recado recibió el segundo con 'Reinera: ternera, manzana reineta, queso de oveja y especias', y el tercero recayó en el restaurante Homarus -conocido en la ciudad por su afamado arroz con bogavante- que asiste por primera vez a lamuestra y se arriesgó con una 'viera con crujiente de sabor jamón ibérico', una fusión de mar y tierra en un guiño al producto local.
Otra de las propuestas presentadas a concurso fue una tapa cien por cien ecológica de los productores de ovino Corderos Fuente del Sapillo, 'albóndigas de cordero ecológico en salsa'. Un plato de autor aderezado con una salsa de tomate casera, pimentón de La Vera y pan de semillas ecológico. Y de Huesca a Cáceres, Iberjabugo concursó con un 'pollo a la montañesa', una receta de Aragón elaborada con salsa gaucha, tomillo y especias, y marinada con vino de Ribera del Guadiana. La tapa ganadora de la pasada edición fue una interpretación del sándwich mixto de Augusto Pino, del gastrobar Mario & Marieta.
A las 14.00 del mediodía, la feria era ayer un hervidero de gente que había cambiado el tradicional 'afterwork' del viernes por una ruta de casi 100 tapas. Desde las que nunca fallan, como el jamón ibérico del Temis, con cortador profesional y degustaciones gratuitas los tres días, hasta las versiones en miniatura de platos más refinados como una 'copa de parmentier de patata violeta y torta con crujiente de pollo'. «Venimos todos los años, la calidad es muy buena y conoces nuevos restaurantes de la ciudad», comentaba un grupo de amigos. Los tickets cuestan un euro, aunque algunas tapas requieren de dos, y los puestos abren hasta las 18.00 de la tarde. El premio Caldero de Honor recayó este año en el cocinero Antonio Parra, de El Rinconcillo de Monesterio.
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