Cáritas atiende a un 48 por ciento más de usuarios en Coria-Cáceres en el año de la pandemia

«Annus horribilis». Este es el término que ha empleado Inmaculada Godoy, secretaria general de Cáritas Diocesana, para referirse a 2020, el año de la pandemia. Los estragos creados por el coronavirus en los hogares de Coria-Cáceres se reflejan en la memoria de actividades que Cáritas ha presentado esta mañana con los datos del año pasado.

Las cifras hablan por sí solas. La oenegé viculada a la Iglesia atendió durante 2020 a un 48 por ciento más de usuarios que un año antes, en 2019. «Nunca habíamos tenido un incremento así», ha destacado Godoy. Más datos. Desde las cáritas parroquiales, la primera puerta a la que llaman las personas en apuros económicos, se prestaron 15.650 ayudas, un 61 por ciento más si se compara este dato con el registrado durante 2019. El 79 por ciento de estas ayudas fueron para cubrir las necesidades de alimentación. «Sin embargo, solo ha supuesto el 36 por ciento de los recursos económicos, mientras que el 56 por ciento se ha destinado a gastos relacionados con el mantenimiento de la vivienda», han precisado desde Cáritas. Facturas de agua, luz, recibos de hipoteca... En Cáritas también han visto que a sus instalaciones han llegado personas que nunca habían pisado sus oficinas. Es el caso, por ejemplo, de vendedores ambulantes. Tenían su trabajo asegurado hasta que, de repente, dejaron de ir a los mercadillos por el confinamiento y las medidas preventivas.

En cuanto al perfil de los usuarios, Cáritas ha constado que cada vez atiende a familias más jóvenes. Sigue creciendo, además, el número de inmigrantes. El 46 por ciento de los beneficiarios pertenecen a hogares conformados por parejas con hijos.

La presentación de la memoria ha contado, además, con las intervenciones de Damián Niso Chaves, director de Cáritas, y de Ignacio López Cea, delegado episcopal de esta parcela.