Cáritas acusa un descenso de aportaciones privadas durante el último año

Durante el año pasado Cáritas gestionó 1,2 millones de euros en los servicios diocesanos e invirtió 397.240 euros en las Cáritas Parroquiales. Godoy dio a conocer ayer estos datos durante la presentación de la memoria de actividades de 2017. Y quiso dejar una idea clara. «Nos preocupa la bajada de las aportaciones privadas porque existe la sensación de que se está superando la crisis y de que ya no necesitamos esas ayudas. Y es todo lo contrario -dijo- porque el esfuerzo que tenemos que hacer es mucho mayor».

Explicó la secretaria general que la recuperación económica no está llegando por igual a todos los hogares y que muchas familias siguen atrapadas en la precariedad, sobre todo aquellas que tenían dificultadas económicas antes de que llegara las crisis. «No bajamos la guardia», insistió.

No obstante, los datos de 2017 constatan un descenso en el número de unidades familiares atendidas por la organización. Fueron exactamente 1.062, lo que supone una bajada del diez por ciento con respecto a 2016. El 76 por ciento de las familias son españolas y el 71 por ciento de sus miembros tienen menos de 44 años. Cada familia está integrada, de media, por tres miembros y el 66 por ciento de sus componentes está en edad laboral.

«Aún continuamos atendiendo a familias que no llegan a cubrir sus necesidad básicas. El 75 por ciento de las ayudas prestadas desde los servicios de acogida van destinadas a alimentos y el diez por ciento al pago de suministros relacionados con el mantenimiento del hogar», aseguró Inmaculada Godoy, que estuvo acompañada por el nuevo director de Cáritas, Damián Niso, e Ignacio López, delegado episcopal de esta organización vinculada a la iglesia.

Cáritas pone también la lupa este año en el colectivo de los inmigrantes. A pesar de que los datos globales muestran una bajada de usuarios, en el caso concreto de la población extranjera el número de beneficiarios se ha incrementado un 25 por ciento. Durante 2017 Cáritas ayudó a 387 ciudadanos de otros países. El 60 por ciento son mujeres procedentes, principalmente, de América Latina.

Uno de los servicios que Cáritas presta en la ciudad es el de acogida a las personas que carecen de hogar. Por el Centro Vida, situado junto a la estación de Renfe, pasaron el año pasado 241 personas. Y registró un 96 por ciento de ocupación. Niso avanzó ayer que Cáritas ha acelerado la búsqueda de nueva sede para este centro por las obras de reforma previstas por Adif. El Ayuntamiento ha brindado a la organización una parcela municipal y la Junta le ha ofrecido alguno de sus edificios vacíos, aunque sin detallar de momento el inmueble concreto. Cáritas todavía no ha tomado una decisión.