La calle Gómez Becerra de Cáceres no despega como zona de terrazas tras su peatonalización
Solo un local consigue la licencia para instalar su velador, lo que muestra el débil papel de la hostelería en esta calle
Hace poco menos de un año que el peatón ha cobrado protagonismo en una parte de la calle Gómez Becerra, la delimitada por Hermandad ... y la Avenida de España. La retirada de los coches y la plataforma única ha cambiado la cara a esta céntrica vía. Una de las consecuencias más habituales de las peatonalizaciones es que la hostelería se abre paso en las calles, con mucha más presencia de terrazas. Hay varios ejemplos en otros puntos de la ciudad, como por ejemplo la calle San Pedro de Alcántara y el entorno de los Obispos en donde la peatonalización ha propiciado un estirón de los negocios hosteleros.
Pero parece que no es el caso de Gómez Becerra, al menos de momento. De los cuatro establecimientos de hostelería que actualmente hay en este espacio solamente uno de ellos ha podido abrir ya su terraza. Se trata de 'Sushimore', una franquicia especializada en comida japonesa que ha abierto sus puertas hace cerca de medio año, en el mes de diciembre. Solo unos pocos meses después, y coincidiendo con el inicio del buen tiempo, ya brinda la posibilidad de comer fuera.
Según informa el Ayuntamiento se han solicitado tres terrazas, aunque solamente se ha concedido una. El resto, las otras dos, requieren subsanaciones, es decir, adaptar la petición a los requerimientos que marca la normativa. Es el caso del bar 'El Figón de Toñi', en el que señalan que mantienen el interés en abrir la terraza, aunque según informa el Ayuntamiento el informe de la Policía era negativo.
Toni Rojo, de Bocata´s, uno de los locales más veteranos de la zona aunque solicitó la terraza ha renunciado a instalarla por las condiciones que se le imponen. «Si voy a pagar una tasa tendré que estar de acuerdo en cómo tengo que ubicar las mesas», señala mientras explica que, como las condiciones no le cuadraban, ha preferido renunciar.
«Abrimos en diciembre y solicitamos la terraza, fue abrir y solicitarla», explica Laura Rodríguez, una de las dueñas de 'Sushimore', que indica que las condiciones de la calle, en las que hay que dejar espacio para el acceso de los vecinos al portal, han hecho que al final vayan poder instalar menos mesas de las previstas. «En total son cinco mesas y una alta, habíamos pedido ocho». En principio contaban con seis metros de fachada a cada lado más los metros de su fachada, pero finalmente ha sido menos de lo esperado. Señala que además del estudio del arquitecto ha comprado las mesas. «Y al final te comes la inversión», apunta esta empresaria, muy satisfecha a pesar de todo de haber podido colocar la terraza, un recurso necesario y que tiene aceptación. «Nos va bien, a la gente le gusta la terraza, el tiempo nos acompaña».
«Ojalá se diera la terraza a todo el mundo y esto se convirtiera en una continuación de los Obispos»
Laura rodríguez
'Sushimore'
«Cerramos un mes después de abrir el negocio, la calle no funciona, una vez que se cierran las tiendas se vacía»
adrián alcalá
'13 de junio'
El número de veladores se ha ampliado exponencialmente con la ampliación de las zonas peatonales. La covid, que implantó una hostelería más aireada, también hizo más sólida la costumbre de utilizar la hostelería exterior. Esta joven empresaria señala que a ella le interesaría que hubiera cuantas más mejor, para que se cree ruta una ruta que sea reconocible por los usuarios de la zona. «Ojalá le diera terraza a todo el mundo y que esto se convirtiera en una continuación de los Obispos y de San Pedro de Alcántara para que le diese vida a la calle, todos queremos lo mismo».
Un mes
Otro de los bares que había solicitado licencia es el '13 de junio', una firma cacereña que ocupó el lugar de un local que había permanecido durante años en esta calle, justo enfrente de la Escuela de Idiomas, el 'Stick', pero ese cambio duró muy poco, algo más de un mes. Adrián Alcalá es el dueño de este negocio, que tiene otros dos establecimientos, uno en el puente de San Francisco y otro en el inicio de la avenida Virgen de la Montaña. Explica que los resultados fueron tan negativos durante el tiempo en el que estuvieron en esa calle que prefirieron plegar velas. «Habíamos solicitado terraza pero nos fuimos antes», detalla a este diario, y aporta datos.
Dice que la media de ingresos durante el tiempo que ocuparon rondó los 120 euros al día, una cantidad «insuficiente» para sacar adelante un negocio, explica este empresario, que considera que Gómez Becerra es una calle más dirigida al comercio que a la hostelería. «Una vez que cierran las tiendas ya no hay nada de ambiente, la gente se va», ilustra, con poca confianza del tirón hostelero de este entorno.
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