Cáceres se sube al tren de las fotovoltaicas con ocho proyectos

Las condiciones favorables de la ciudad para obtener esta energía, con el término municipal más extenso del país, el número de horas de sol y un territorio llano con poco arbolado en algunas zonas, han despertado, según el concejal de Urbanismo, José Ramón Bello, el interés de varios grupos empresariales en localizaciones de diferentes puntos del término cacereño. «Les estamos acompañando en todo el proceso; unos acaban de empezar y otros van un poco más avanzados», indica Bello, quien ha adelantado a HOY que dos de estas instalaciones iniciarán su construcción en 2020. Son la denominada FV Arenales, en la carretera de Malpartida, y la que proyecta la compañía Alumbra en La Mejostilla junto al Polígono Ganadero.

La primera de ellas se conocía en el mes de mayo. El Boletín Oficial del Estado (BOE) publicaba un anuncio por el que sometía a información pública el estudio de impacto ambiental y la solicitud de autorización administrativa de la planta que promueve Iberdrola con Ecoenergía del Guadiana. En este proyecto de 150 megavatios de potencia, equivalentes al consumo anual de 78.000 hogares, la compañía eléctrica tiene previsto invertir casi 100 millones de euros. Será en una superficie de 386 hectáreas situada en las afueras de Malpartida de Cáceres, concretamente, en la zona de Torre de la Higuera junto a la carretera N-521.

El otro parque de placas solares que, según Bello, se ejecutaría en 2020, es el que la empresa Alumbra proyecta en La Mejostilla, al este del Polígono Ganadero y al oeste del yacimiento de Cáceres El Viejo. Una nueva dotación que sumaría 40 MW de potencia instalada y 35,6 de potencia nominal. El campo solar contaría con 117.000 paneles solares y la inversión alcanzaría los 28 millones de euros.

El proyecto cuenta con la viabilidad arqueológica de la Junta de Extremadura y dispondrá de una subestación transformadora y una línea subterránea de evacuación de la energía de 4,5 kilómetros de longitud. La electricidad que produciría abastecería a unos 20.000 hogares, según la información que facilitó hace un mes el propio Ayuntamiento.

La restricción medioambiental que afecta a las Zonas ZEPA 3 y 4 y a los Llanos de Cáceres sí permiten el uso fotovoltaico pero el Plan General Municipal (PGM) lo limita a plantas de 5 MW o 10 hectáreas, de ahí que tanto la planta Arenales como el resto de los proyectos previstos en estos espacios protegidos precisen de una modificación puntal del PGM para que puedan ejecutarse. «Vamos a intentar eliminar esa protección para que salgan adelante todos los proyectos de más de 5 MW que son los que hay ahora mismo», subrayó Bello. Precisamente, su intención es que llegue al pleno de este mes la aprobación inicial de dicha modificación. El primer paso ya se ha dado y la comisión de Urbanismo llevó a cabo hace unas semanas una consulta de viabilidad para iniciar los trámites del cambio en el PGM.

En términos de empleabilidad laboral, la planta Arenales podría precisar unos 450 trabajadores durante su fase de construcción y contratar a 15 fijos para su explotación. Mientras, la de La Mejostilla prevé unos 240 empleados durante su construcción.

Según el edil de Urbanismo, el Ayuntamiento invertirá el dinero que las arcas locales recauden de los impuestos ligados a estos proyectos, en políticas empleo dirigidas a recolocar a los trabajadores cuando finalicen las obras. «Queremos que esto sea una opción sostenible y que no se deje a esos trabajadores en la estacada después de haber trabajado dos años; lo que queremos es energía limpia que va a generar unos ingresos, que también van a ir a esta población», precisaba.

En este sentido, el Consistorio no ha estimado todavía la cantidad que recibiría vía impuestos a corto y largo plazo. El responsable de Urbanismo ha anticipado que se está estudiando esa parte impositiva y a su vez se están negociando las bonificaciones públicas a las compañías que invierten en economía circular. «Tenemos que negociar un acuerdo con las empresas para que ese impuesto se quede en la ciudad y que la ciudad tenga un beneficio por que estos empresarios tengan ahí su instalación, y esos beneficios los queremos revertir en políticas de empleo», reiteraba.

Los dos impuestos directos que la ciudad recaudaría son el ICIO, impuesto sobre instalaciones, construcciones y obras, y el canon urbanístico que supone un porcentaje por el derecho de la licencia, y por otra parte, el IBI, impuesto de bienes inmuebles.

En cuanto al resto de plantas, el pasado septiembre se hacía pública otra iniciativa empresarial más: una fotovoltaica de 120 MW en la carretera EX-206 que conecta Cáceres con Miajadas. En este caso la promueve la empresa Green Capital Power y cuenta con un presupuesto de ejecución de 45,8 millones de euros, y una inversión total que superaría los 60 millones. Su denominación es planta solar fotovoltaica Santa Ana y ocuparía 690 hectáreas. Los promotores han iniciado ya los trámites de autorización ambiental ante el Ministerio para la Transición Ecológica. Esta instalación tendría una capacidad de producción de más de 250.000 MW/hora al año, y contaría con 350.000 módulos solares, como ya avanzó en su momento este diario. La memoria que los promotores presentaron al Ministerio recoge que una vez recibidos los permisos, las obras de la planta podrían estar listas en el plazo de 13 meses.

En los próximos días el Ayuntamiento ampliará más datos relativos a los proyectos en marcha. Los tres detallados en esta información rozan los 200 millones de euros de inversión en la ciudad.