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Antonio García Villalón, en La Fontana, emblemático local de la Madrila Alta que ilustra la portada de su libro sobre bares. :: JORGE REY
Cáceres en 1.000 bares

Cáceres en 1.000 bares

Aparecen referencias y fotografías de 967 locales, con una atención especial a la década de los 80, años que el autor, Antonio García Villalón, califica de «memorables» Un libro recupera la memoria sentimental de los bares que forman parte de la historia de la ciudad

J. J. González

Cáceres

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Domingo, 12 de noviembre 2017, 08:39

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La historia de la ciudad de Cáceres es también la historia de sus bares y de todas las personas y personajes que han pasado por ellos, a un lado o al otro de la barra, esos ámbitos en los que bulle y se agita la vida de una ciudad y de sus habitantes. Por ello, el cacereño Antonio García Villalón, de 55 años, ha querido atrapar en el papel las imágenes de los bares, locales de copas, discotecas y restaurantes de su ciudad natal y dar testimonio y homenaje a un período especialmente activo que el conoció y vivió en primera persona: los años 80, probablemente la mejor época de ocio para los jóvenes de Cáceres. «Quizá yo sea un afortunado por haber vivido los mejores años de la juventud cacereña en toda su historia», señala Antonio García Villalón en su libro recién editado sobre bares antiguos de Cáceres bajo el título 'Memorables años 80'.

Lo primero que hay que aclarar es que aunque su autor haya querido remarcar en el título la década de los 80, en realidad el libro frece una perspectiva más amplia, un recorrido por los bares cacereños que se remonta a muchos años antes, incluso décadas, algunos de principios del pasado siglo. El tope que limita esta mirada sentimental al mundo de los establecimientos de la hostelería es el año 2000. Así, en el libro se encuentran establecimientos que van desde el bar 'La Montaña', que estaba abierto en 1916 en la calle Pintores, hasta el 'Flores', por ejemplo, que se inauguró 1999 en el Vivero. Entre estas dos fechas se suceden casi un millar de bares, locales de copas, discotecas, restaurantes e incluso churrerías, la gran mayoría ya cerrados, otros transformados bajo otros nombres y algunos de ellas todavía abiertas con su denominación original, como es el caso de la Fontana, cuya foto ilustra el libro de Villalón. Es la imagen de la primera Fontana, la que abrieron en 1980 los hermanos Martínez Rodas, Ángel y Jesús, con la barra en forma de cuadrado en el centro y mesas de mimbre en el interior. Detrás de la barra han desfilado camareros como Paquino, Pepe Córdoba, Nono, Julio, Matas, Curro, Marisa, Pipe «y tanto otros recuerda Villalón. Ahora lo regenta Antonio Puertas.

En el libro hay referencias de 967 establecimientos con más de un millar de fotografías, entre las de los propios locales y las de muchos rostros que han protagonizado, o protagonizan todavía, los negocios hosteleros de la ciudad, repartidos por zonas. En concreto, la publicación se ha dividido en 17 sectores, con sus respectivos barrios y calles, en los que se ubican los bares referidos. Comienza por el sector de General Ezponda, Plaza de la Concepción y calle José Antonio y continúa por las distinta zonas, como la Plaza Mayor, Madrila Alta, Madrila Baja, avenida de España y entorno, Obispo Segura Sáez y entorno, Moctezuma, etcétera. En el libro está el centro y la periferia, la zona antigua y la moderna. Es un recorrido por todo Cáceres, aunque su autor matiza que es imposible que estén todos. Sí están los locales más característicos, lo que han sido o son señas de identidad de la ciudad. «Muchos no salen porque no los he localizado o no me han mandado material», explica.

El libro es consecuencia de la previa y progresiva publicación de fotos y referencias en la página de Facebook que abrió Antonio García en enero de 2016. La abrió sin mayores pretensiones, tan solo para «recordar una época», fundamentalmente la vivida por él de manera especialmente intensa, como lo hicieron miles de cacereños, en los bares de las principales zonas de ocio de la ciudad, entre ellas la Madrila. Son los años 80 y los 90. «Creo que es la época en la que la juventud ha disfrutado más», afirma con un punto de melancolía que le hace sentenciar: «es una época que no volverá».

Repercusión

Lo que más le sorprendió es la repercusión que tuvo la página 'Bares antiguos de Cáceres' en Facebook, seguida ya por casi 5.000 personas. Allí se han canalizado miles de comentarios y miles de fotografías. «A la gente le gusta por que la historia de su juventud. Salimos todos los cacereños y todos estamos representados, tanto los clientes como los hosteleros». Insiste en que es una mirada unos establecimientos que han sido «escuela de vida y que forman parte de nuestra cultural. Estos locales nos han dado la oportunidad de hacer amigos, de enamorarnos, de celebrar eventos familiares, de reír, de llora, es de soñar, de aprender, de respetar y de hacernos personas en definitiva. Y yo, con este trabajo me siento satisfecho de aportar mi granito de arena».

Después de internet surgió la idea del libro, «porque me he dado cuenta de que no es lo mismo tenerlo en internet que en soporte de papel».

El trabajo no ha sido fácil, reconoce el autor, quien resalta que ha tenido que hablar con casi 500 personas para documentar las referencias. Lo ha hecho por afición y en principio sólo pensaba en una publicación para él y para sus allegados, pero al final no dejan de llegarle peticiones.

En aquellos años 80, un fin de semana de ocio bien podría comenzar en la zona de General Ezponda al mediodía. No en vano era conocida como 'la calle de los vinos'. Una ronda podría incluir el Amador, con su famosa sinfonola (todavía tiene una de estas máquinas de música y el local está abierto, con Manuel al frente) y el Cisne Negro, de Pedro Peloto, así como el Roji, los Toneles, etcétera. La jornada podría continuar en la Madrila Alta, en el OK, La Fontana y Tubos, Keaton y Lambretta, de Jesús, todavía abierto. En la Madrila Baja, además de Faunos, la primera discoteca de Cáceres, abierta en 1968, comenzaron a abrir en los 80 gran número de locales. El más emblemático fue el Rita, inaugurado en 1986 por Marce Solís y Paco Lobo. El primer pub de la Madrila Alta fue el OK, que abrió Jenaro en 1976. Fue toda una novedad, como el Drink de Felipe Vela en Virgen de la Montaña. Antes, en 1973, fue todo un acontecimiento social la apertura de Acuario, el 12 de mayo de 1973, en la avenida de España, por José Pérez Mayo. Han pasado más de 40 años y sigue abierto, tras varios cambios.

El libro recoge una lista interminable de locales y de hosteleros y cabe resaltar entre estos últimos el nombre de una mujer, Maribel, todo un símbolo en la Madrila.

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