El barrio cacereño de San Blas recupera la tranquilidad al irse los inquilinos que daban problemas
El dueño del local convertido en vivienda rescinde el contrato a las personas que generaban los conflictos
El barrio de San Blas ha recuperado la tranquilidad después de sufrir durante tres meses las molestias provocadas por los inquilinos de un local ... comercial alquilado como vivienda. Final feliz y relativamente rápido de unos problemas que no eran menores: había ruidos, violencia, robos y trapicheo con sustancias. A principios de noviembre los vecinos de esta barriada decidieron hacer pública la situación, después de interponer varias denuncias a la Policía.
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El dueño del local, un antiguo restaurante en la avenida de San Blas, expulsó recientemente a los inquilinos de este espacio, lo que ha puesto fin a este conflicto, para cuya resolución se produjeron diferentes reuniones, una entre los vecinos y otra con el alcalde de Cáceres, Rafael Mateos, y con el subdelegado del Gobierno en Cáceres, José Antonio García.
De esa reunión, además del compromiso de incrementar la vigilancia policial en la zona para paliar la inseguridad, se dijo que el objetivo era poder demostrar que se estaba desarrollando una actividad que no era compatible con el uso que tiene ese local. El objetivo, antes de que se produjera la expulsión de los inquilinos era la posibilidad de poder precintar un local que estaba generando innumerables problemas. El Consistorio inició un expediente administrativo para poder recabar toda la información posible y acotar el problema.
Los vecinos han mostrado su satisfacción por cómo se han desarrollado los hechos. Aseguran que sí que habían notado «mayor presencia policial por insistencia, avisos y denuncias de los vecinos del barrio». La presión llevada a cabo en los medios de comunicación ha surtido el efecto deseado, apuntan estos residentes. «La intervención de la oposición junto al actual equipo de gobierno, organizar reuniones para atajar el problema desde la Subdelegación del gobierno incluida» han terminado con el problema.
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Entre otras situaciones vivieron cómo un individuo «en estado de embriaguez o bajo los efectos de alguna droga se puso a aporrear incesantemente la puerta una madrugada gritando que le abrieran o reventaba los cristales. Y así, a mazazo limpio, con un martillo de encofrar, destrozó el acristalamiento de una de las puertas», describieron en el escrito que enviaron al Consistorio cuando decidieron poner fin al tormentoso ambiente que se vivía en esta histórica barriada.
El aumento de la presencia policial debido a la presión de los vecinos afectados ha logrado resolver el problema
Robos, ruidos, menudeo de sustancias y otras molestias se adueñaron de San Blas durante los últimos tres meses
Señalaron también que en el local se estaban realizando pequeñas obras y reformas para las que no tenían los permisos necesarios. «Se han introducido colchones y somieres, placas portátiles de gas butano, así como mobiliario de hogar, detallaron. El 5 de noviembre se produjo un robo en los trasteros de la ciudad.
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Durante todo este proceso los vecinos no quisieron dar la cara, por miedo a sufrir represalias por parte de los residentes en el local en el que tenían lugar los hechos.
La Madrila
Otro de los barrios que también está muy pendiente de la seguridad es La Madrila, en donde al final del verano la asociación de vecinos se puso en pie de guerra por la situación que se vive en esta zona, llena de locales de ocio. Poco después de estas quejas tuvo lugar el incidente por la conducción temeraria de un trabajador de uno de los locales.
Según Francisco de Borja Gutiérrez, el presidente de la asociación vecinal, la situación ha mejorado en los últimos tiempos gracias a los controles policiales que han aumentado, algo a lo que se comprometió el Ayuntamiento. A pesar de ello Gutiérrez indica que sigue produciéndose «vandalismo, rotura de espejo, ruidos, ruedas pinchadas...» y que por ello están «ojo avizor», y más teniendo en cuenta las fechas que se avecinan, en las que todo el mundo sale más y se ampliarán los horarios de los locales. Los espacios más problemáticos de esta barriada son la Plaza de Albatros, sobre todo en las proximidades del Rita y en las pistas deportivas. Dice Francisco de Borja que una segunda reunión de la mesa de trabajo tenía que haberse reunido a finales del mes de noviembre, pero que se ha convocado para el próximo lunes 18 de diciembre, justo antes del inicio de la semana de Navidad.
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