El Ayuntamiento intenta precintar el local de San Blas que produce conflictos en el barrio
Incrementan la vigilancia policial en la zona para proteger a los vecinos, que sufren robos, ruidos y molestias
Desde hace más de dos meses los vecinos de San Blas sufren molestias por la actividad en un antiguo local de hostelería alquilado para ... vivienda. Este martes representantes de la asociación vecinal del barrio se han reunido con el alcalde de Cáceres, Rafael Mateos, y con el subdelegado del Gobierno en Cáceres, José Antonio García, para abordar las posibles soluciones. Robos, gritos, peleas y otras situaciones se han adueñado de un barrio tradicionalmente tranquilo.
Todo está sobre la mesa, pero, además de incrementar la vigilancia policial en la zona para paliar la inseguridad, tal y como anunció García, el objetivo es poder demostrar que se está desarrollando «una actividad que no es compatible con el uso que tiene ese local», dijo Mateos. «Se está valorando poder precintarlo, hay un contrato de alquiler en vigor y el propietario del local no ha denunciado». Un expediente iniciado por el Consistorio aborda ahora todas las cuestiones legales para poder atajar el problema.
Por otro lado los residentes en la zona han denunciado «robos, posible menudeo de alguna sustancia estupefaciente y ruido, que en algún caso pueden constituir delito». Se determina en este momento si ese tipo de hechos forman parte del ámbito administrativo o del ámbito penal, aunque no se ha aportado una cifra exacta sobre las denuncias formuladas.
Los vecinos que han acudido a esta reunión se han mostrado satisfechos con la respuesta por parte del alcalde, pero no han querido hablar públicamente al sentir miedo por la situación de inseguridad que se está dando en el barrio. «Para nosotros lo primero son las personas y hemos trasladado a los vecinos que tengan la certeza que están permanentemente disponibles las dotaciones de Policía Local y Nacional hasta el punto que no solo hay dotaciones uniformadas sino que hay un dispositivo de compañeros que trabajan de paisano». Las llamadas sobre las molestias generadas por ese local de San Blas se han multiplicado, indicó Mateos.
En un la carta que remitieron los vecinos a alcalde y subdelegado del Gobierno indicaban que en el local se están realizando pequeñas obras y reformas para las que no tienen los permisos necesarios. «Se han introducido colchones y somieres, placas portátiles de gas butano, así como mobiliario de hogar».
La pasada noche del 5 de noviembre se produjo un robo en varios de los trasteros del bloque, lo que se suma, prosigue el relato vecinal, «al acto vandálico contra 14 coches en la calle Santa Rita, disparos en la Plaza de San Blas y correo continuo de personas en el barrio».
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