El Ayuntamiento expedienta a Olleta y le exige vallar por completo la cantera

El Ayuntamiento sancionará a la empresa responsable de la cantera de Olleta, Olleta Torres, y le exigirá que la valle por completo, después de que el informe sobre su seguridad encargado a la Policía Local recomiende tomar medidas «urgentes» por su peligrosidad.

Según informó ayer el Consistorio, el documento revela que el área destinada al acopio de material perteneciente a la extracción (maquinarias y balsa de limpieza de vehículos de gran tonelaje) está «abierta y sin ningún tipo de vallado o seguridad que imposibilite el acceso». No así la superficie de la zona de extracción y oficinas, que está vallada con una malla metálica y postes de unos dos metros de altura que impiden el acceso a la propiedad.

«Sería conveniente que de modo urgente se tomen medidas al respecto por la peligrosidad que conllevan los montones de acopio de material de gran altura y tonelaje para las personas físicas que transitan habitualmente por el lugar», indica el informe, según el Consistorio.

El edil de Urbanismo, José Ramón Bello, subrayó que se procederá a la apertura de un expediente sancionador, «y si fuera preciso a la ejecución subsidiaria de estos trabajos con la imposición de las multas para la reposición de esa seguridad en lo que fuera el área de trabajo y acumulación de áridos de la cantera».

Cerrada desde hace varios años, sin actividad y en proceso de desmantelamiento después de un sinfín de litigios judiciales, en 2017 se produjo un fatídico accidente mortal en la charca que forma parte de la explotación. Un chico de 19 años moría ahogado al caer al agua cuando pescaba.

Casi cuatro años después de ese suceso, un joven perdía la vida hace unos días en un accidente de moto en las inmediaciones de estos terrenos, cuestionándose la seguridad de la instalación.

Esta cantera de hormigones y aglomerados para la construcción, tan próxima al casco urbano y con un fuerte impacto visual en la falda de la Montaña, empezó a funcionar como tal en 1986, dando continuidad a una actividad iniciada en 1975. Ha estado operativa 20 años, en los que se han dictado varias sentencias relativas a la ausencia de permisos y licencias municipales.

En estos terrenos llegó a promoverse un proyecto urbanístico bajo la figura de PIR (proyecto de interés regional), con 3.600 viviendas y un auditorio firmado por el arquitecto luso, Álvaro Siza. El proyecto, impulsado por la Agencia Extremeña de la Vivienda en la época de Javier Corominas, pretendía convertirse en una seña de identidad urbanística de Cáceres, aspirante en ese momento, en 2007, a Capital Europea de la Cultura en 2016.

Esta iniciativa decayó. La Junta de Extremadura renunció al PIR y los empresarios, con los que se llegó a firmar un convenio, emprendieron acciones legales porque se sintieron perjudicados al desestimarse el proyecto. El Tribunal Supremo rechazó en 2014 el recurso de los propietarios.

La legalidad de la explotación es lo que se ha estado dirimiendo en los diferentes procedimientos judiciales abiertos desde que el Ayuntamiento ordenara su cierre en 2003 y los empresarios recurrieran al juzgado.

En el 2007 el TSJEx reconoció en una sentencia que la cantera tenía un permiso municipal de 1978 sólo para una planta trituradora y no para otras actividades. El Supremo ratificó ese mismo año la ilegalidad de la industria y en 2010 fue precintada.

Cinco años después, el Ayuntamiento dio permiso a los nuevos gestores de la industria, la empresa Olleta Torres, para que la desmantelaran y retiraran la maquinaria y materiales acumulados, proceso en el que seis años después sigue inmersa la sociedad, que según ha confirmado la Junta tiene concesión de explotación hasta 2028.

La administración regional precisa que, hasta el momento, la empresa no ha comunicado que no vaya a realizar labores mineras. «Si las iniciara –apunta– debería contar con los permisos municipales pertinentes y presentar el plan de labores».

En caso de no tener intención de llevar a cabo estas labores –aclara– necesitaría comunicarlo a la Consejería y poner en marcha el «plan de restauración junto con el plan de abandono».

El representante de Olleta Torres, Javier Olleta, ha declarado a este diario que la cantera está parada desde hace años, «no tiene ninguna actividad y se está desmantelando poco a poco».

La restauración ambiental y paisajística, con el terreno horadado por los años de extracción de roca a cielo abierto, ha sido uno de los caballos de batalla de los ecologistas.

Adenex criticó en su día que el Ayuntamiento autorizara el desmantelamiento de la instalación sin exigir antes el plan de restauración. La asociación amagó con recurrir a la Fiscalía, aunque el asunto no llegó a judicializarse. Su representante en la ciudad, Antonio Díaz, considera que, con independencia de que legalmente el paisaje tenga o no que ser recuperado, «sería conveniente que las administraciones se propusieran la restauración ambiental de la zona, que está muy degrada y es peligrosa», advierte.

La cantera está relativamente cerca de los modernos residenciales sobre la falda de la sierra de la Mosca, como Vistahermosa, y por este paraje se realizan rutas senderistas cuyos participantes han denunciado en alguna ocasión lo fácil que es acceder al recinto.