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Domingo, 21 de enero 2018, 09:34
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«En Extremadura llegamos a estar 1.000 peruanos pero, con la crisis, ahora seremos unos 400. Hubo dos tandas que llegaron con una empresa subcontratada por Telefónica, y en una de ellas llegaron 250 desde Perú», recuerda a este diario Selbino Alfaro Munaylla, vicepresidente de la Asociación de Peruanos Residentes en Extremadura (Aprex), que tiene su sede en Cáceres.
«La crisis ha afectado mucho a los peruanos que viven en la región. Algunos se marcharon a Madrid o Barcelona, y otros volvieron a Perú. Se marcharon familias enteras», añade Pilar Olinda Vega Ponce, que ha sido elegida recientemente presidenta de Aprex.
Cuando se les pregunta si notan que la crisis se está desvaneciendo de Extremadura, dicen que «hay algo de movimiento, ya no nos quejamos tanto; pero, desde luego, no estamos como antes».
Aprex se creó en mayo de 2008, con el objetivo de fomentar el intercambio cultural entre España y Perú, y ayudar a la integración del inmigrante en la sociedad española. Quiere dar un amplio apoyo al inmigrante en lo cultural, social y económico, ofreciendo ayuda en el campo personal.
En sus fines figura el promover el turismo peruano en Extremadura y España, «difundir la cultura peruana y participar en su desarrollo. Cultivar las manifestaciones culturales peruanas como danzas y músicas, y a través de ellas dar a conocer su historia milenaria y los valores de nuestra gente. Impulsar el conocimiento de nuestra cultura y el acercamiento a otras culturas desde España».
También contribuyen con donaciones de ropa, libros y juguetes usados y nuevos a las comunidades peruanas que tengan mayor necesidad de recibir ayuda.
«Hemos cambiado la directiva y queremos hacer más actividades, nos queremos acercar más a Cáceres y Extremadura, y que los peruanos se integren más», recalca Pilar Olinda Vega.
También han mantenido contacto con el consulado de Perú en Madrid, y la presidenta afirma que han tenido éxito las negociaciones, «una o dos veces al año vendrán del consulado a Cáceres, así evitaremos los viajes a Madrid para asuntos de documentación».
De los 400 peruanos que hay en Extremadura, unos 150 están en la provincia de Cáceres, y 40 en la capital. La sede de la Asociación, cedida por el Ayuntamiento, se encuentra en un local del Edificio Embarcadero.
Pilar Olinda Vega es licenciada en Antropología Social y Cultural, y perito judicial. Casada con un español, lleva 18 años viviendo en España, y en Cáceres, desde 2009.
El vicepresidente, Selbino Alfaro, lleva 18 años residiendo en la capital cacereña. Carpintero y ebanista, estuvo trabajando con la empresa cacereña Abreu, hasta que se ha hecho autónomo.
Comenta que su país ha cambiado mucho: «Antes tú mandabas a Perú 500 euros, y era como un buen sueldo de un mes; pero allí el nivel de vida ha subido mucho, pero ahora está casi igualado y un pollo asado te cuesta casi lo mismo aquí que allí», explica como ejemplo.
Pilar Vega tiene muchas esperanzas puestas en la segunda generación de peruanos que viven en Extremadura. «Son gente joven que está muy preparada, que han estudiado y tienen sus carreras».
Ellos quieren que su asociación sirva para que los cacereños conozcan más las costumbres de Perú, animando a que se acerquen a conocerles en sus fiestas, como la que hacen el Día de la Patria, el 28 de julio. «Tenemos una cocina muy variada, con quinoa, boniato... porque Perú es el resultado de la mezcla de muchas culturas».
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