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¿Qué ha pasado hoy, 18 de abril, en Extremadura?

Los ángeles malos de Talaván siguen dando miedo

Desde la Moto de Papel ·

Sergio Lorenzo

Cáceres

Domingo, 3 de marzo 2019, 08:45

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Lo dijo Iker Jiménez el pasado 2 de febrero en su programa 'Milenio Live' dedicado a los ángeles malos de Talaván:

«Cuando conocí a los ángeles malos de Talaván supe que ese sitio tenía que tener algo extraño. ¿Por qué esos diablos en ese lugar y en esa forma? ¿Quiénes son ellos? ¿Por qué están ahí? ¿Por qué no hay nada que se parezca a esa especie de vampiros con gorro? ¿Qué significa ese tocado? ¿Qué esas letras? ¿Por qué ese plumaje infernal, en circunferencia, recubre un lugar concreto de la Extremadura insólita? Nos da la fría sensación de que aquí pudo pasar algo. ¿Algún tipo de rito, quizás? ¿Quedará algo... en el círculo de los ángeles malos de Talaván?».

Emitido de madrugada, durante más de dos horas y media; junto a los ángeles malos estuvo en directo, medio muerto de frío y de miedo, su reportero Gonzalo Pérez Sarró. La esposa y colaboradora de Iker, Carmen Porter, experta en iconografía diabólica, señaló que no hay nada semejante a los diablos de Talaván. Recalcando Iker que lo que hay en Talaván, «es uno de los tesoros de la España Mágica» que hay que conservar.

Iker Jiménez, al igual que muchos españoles amantes del misterio, saben de estos personajes gracias a que el Diario HOY los dio a conocer el 19 de mayo de 2012. En ese mes había una gran sequía en Extremadura, los embalses estaban medio vacíos, y para mostrar esa grave situación se nos encargó al equipo Los Lorenzo (formado por el fotógrafo Lorenzo Cordero y este juntaletras), el ver si, al tener poca agua el embalse de Alcántara, estaba visible la antigua ermita del Río. Una ermita de Talaván que quedó sumergida al hacerse el embalse. Una extraña ermita a la que antiguamente se accedía con barcas guiadas por maromas y poleas.

Fuimos allí una calurosa tarde, y nos desilusionamos cuando vimos que la ermita aún estaba sumergida, asomando sólo un poco la parte superior. Volvimos cabizbajos al pueblo. Entramos a tomar un café en un bar de la Plaza, y por no regresar a la Redacción con las manos vacías, nos pusimos a pensar qué hacer, hasta que me acordé que los pintores Ángel Sotomayor y Valentín Batalla me habían hablado de que en un cementerio abandonado de Talaván había unos dibujos muy raros. Preguntamos en el bar por los dibujos y nadie sabía nada, pero nos dijeron que el cementerio abandonado estaba a unos pasos. Allí fuimos.

Después de subir un muro nos encontramos con las ruinas de la ermita del Santo Cristo, que en su día presidió el cementerio que se abandonó en 1928 al construir uno nuevo. El sitio era tenebroso: al pasar el arco de entrada, a la derecha había nichos, muchos de ellos abiertos con huesos dentro. Al fondo se encontraba una capilla en cuya cúpula estaban, rodeándola, 20 seres alados que miraban fijamente al que llegaba hasta allí. Todos tenían dientes de piraña y una tiara. Sus cabezas, rodeadas de alas, asomaban sobre una frase en latín cuyas letras rodeaban toda la cúpula, figurando el año en el que se debieron hacer las figuras: el 1628. Al poco de publicarlo Francisco Sánchez Lomba, que fue profesor de Historia del Arte en la Universidad de Extremadura, nos contó que la frase era de un salmo de Isaías que, más o menos, se puede traducir así: «Fue ofrecido porque Él lo quiso, y Él cargó con nuestros pecados». Se entiende que se refiere a Cristo, a quién está dedicada la ermita.

Al salir impresionados de la capilla, nos dimos cuenta de que frente a los nichos nos miraba el extraño retrato de un hombre gato. Luego vinieron unos desastres para no recordar, con el compañero casi atravesado por una rama en punta y el que esto escribe maltrecho tras una caída.

Lo escribimos, y vino 'Cuarto Milenio' a Cáceres para que le enseñáramos los ángeles malos (así bautizados por nosotros), y la gente empezó a preocuparse por esta rareza. Se limpió el interior y apareció entonces, el esgrafiado de una curiosa mujer con tocado, para algunos una mujer gato.

A Iker Jiménez le impresionan también estas últimas figuras. En su programa del 2 de febrero decía: «Es increíblemente extraño. No es solo raro el tema de los ángeles. Es que aparecen otros personajes en esa ermita... ¡qué yo no he visto en mi vida! Es uno de los lugares más raros de España».

Le gustan tanto estos personajes, que Iker estrenó esa noche su primer tema musical de misterio, al que ha llamado 'Talaván'. En el programa Pérez Sarró demostró que los ángeles malos aún pueden dar más miedo, al poner tres psicofonías (en el 50:34; 1:00:42 y 1:04:05)que una mujer llamada Blanca hizo en la capilla, bajo la mirada de los ángeles, el 21 de marzo de 2015. En una psicofonía se escuchan gritos; en otra una voz de mujer dice: «Déjala» o «Es que está»; y en la más espeluznante se escucha la voz de una mujer decir: «Sí, sí, sí. No hace daño», seguida de una voz de hombre: «No hace daño».

Lo cierto es que cuando los ángeles están adquiriendo más fama, siendo muy visitados, corren grave riesgo de desaparecer, ya que la ermita amenaza caerse cualquier día. Mucha gente ha pedido a la Diputación y a la Junta que rehabiliten la ermita. Pero ni caso.

El próximo 16 de marzo, en la casa de cultura de Talaván, a las seis de la tarde, la asociación Talaván, Historia Viva organiza un acto para pedir ayuda. El escritor Gabriel Cusac hablará de los ángeles, tocará el Cuarteto de Saxofones Conservatorio Hermanos Berzosa y habrá chocolatada.

Bueno. Aquí termina el reportaje. Lo que sigue lo escribo recomendado por varios amigos abogados, que aseguran que si algún día me condenan por inductor a un delito, esto puede servirme para rebajar la pena al aplicar las atenuantes de confesión, arrepentimiento espontáneo e intento de reparación del daño causado.

Resulta que el mal estado de la ermita del Santo Cristo no sólo enfada a los humanos, también, y bastante, a los ángeles malos, y la otra noche el difunto Sanjosé me trajo a dos de ellos, de los de más terrible mirada y dientes más afilados. «Perdona – dijo Sanjosé–, pero conocen que eres mi amigo. Quieren saber quiénes son y dónde viven los presidentes de la Junta y de la Diputación». Dice mi mujer que nunca me ha escuchado hablar en sueños, pero esa noche dije de carrerilla los nombres de Guillermo Fernández Vara y María del Rosario Cordero Martín, seguido de unas direcciones y puede que hasta unos números de teléfono.

Lo siento mucho; pero como decía mi abuela, la meiga:

«Donde hay culo... hay miedo».

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