Los agentes inmobiliarios cacereños se resisten a abrir

Los APIs de toda España exigen que la actividad inmobiliaria se considere 'esencial', llegó a lanzar el Colegio General del Coapi, con su presidente a la cabeza. Lejos del consenso, esa postura oficial provocó una rebelión. Cáceres ha estado en ella.

El Colegio de Agentes de la Propiedad Inmobiliaria defiende que «las agencias inmobiliarias no son actividades esenciales bajo ningún concepto». Lo refrenda Francisco Marroquín, su presidente y uno de los dirigentes firmantes para aclarar la postura del sector después de que el Consejo Rector nacional apuntase justo lo contrario, «con las repercusiones que todos conocemos en cuanto a contagios de personal de estas empresas, consumidores y usuarios», se matiza. «Queremos ser claros ante la opinión pública y clientes. Un trabajo no presencial no significa que no se siga desarrollando actividad», aclara Marroquín. Los profesionales cacereños destacan que se hace difícil un desarrollo normal del negocio durante un periodo de confinamiento con distancias entre personas y movimientos restringidos.

Una veintena de colegios de toda España pidieron al presidente nacional que se retractase. En el documento firmado se destaca que el Real Decreto de 17 de marzo ya regula la moratoria hipotecaria y suspende los desahucios por lo que «carece de todo sentido en la actualidad la intermediación inmobiliaria».

Se apunta a otros mecanismos como los contratos firmados de forma digital, considerados válidos, e incluso la entrega de llaves mediante mensajería. Hay, por tanto, «medios más que suficientes para proseguir con nuestra actividad de intermediación sin necesidad de apertura física al público», argumentaban.

Los 21 agentes con titulación en Cáceres se han mantenido operativos a través de Internet y el móvil con aquellos clientes que requieren información. Desde el día 4 se intensifica el servicio con cita previa. «Tenemos la necesidad de abrir, pero que ello tan sólo será posible cuando se garanticen absolutamente todas las medidas de seguridad respecto a la salud», sugiere Marroquín.

En la provincia de Cáceres, el último ejercicio se cerró con la cifra más alta de ventas desde 2011. Fueron 2.748 pisos vendidos, 72 más que en 2018. La mayor parte del negocio se concentró en el mercado de segunda mano, 2.433 viviendas, frente a solo 315 de estreno. En 2019 se vendieron tres pisos nuevos menos que el ejercicio anterior.

Las subidas son mínimas y muestran cierto estancamiento, según el INE. Las primeras previsiones apuntan a una nueva bajada de precios por la crisis.