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1. En 1969, para construir el embalse de Alcántara, el puente se quedó por primera vez en su historia sin río. 2. El Puente tras la Guerra de la Independencia. 3. Dibujo de una pasarela para cruzar el puente destruido, que está en el Museo Militar de Madrid. 4. El viaducto nuevo se levantará entre el puente romano y el embalse que se inauguró en 1970.
La merecida jubilación del puente romano

La merecida jubilación del puente romano

Dentro de unos días la Junta adjudicará el proyecto de las obras del nuevo viaducto de Alcántara

SERGIO LORENZO

Domingo, 19 de marzo 2017, 10:28

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«Tras ser declarado Mejor Rincón de España 2014, y después de 2.000 años de servicio, es hora de que el puente romano de Alcántara goce de su merecida jubilación, para que pueda ser declarado por la Unesco Patrimonio de la Humanidad». Lo dijo el 6 de noviembre de 2014 el entonces consejero de Fomento, Víctor del Moral, cuando anunció que el nuevo puente de Alcántara, que se va a construir con una inversión de 12 millones de euros, se levantará entre la presa de Alcántara y el puente romano.

El nuevo viaducto tendrá una longitud de 400 metros, el doble de largo que el que construyó entre los años 104 y 106 el ingeniero Cayo Julio Lacer, que está enterrado en un templete a los pies del Puente. Cuando el nuevo viaducto esté construido, el viejo ya podrá descansar porque sólo lo cruzarán personas. Entonces dejarán de pasar sobre él el tráfico rodado, que le está minando la salud. Son 237.000 vehículos al año, de los que 4.700 pesan más de 20 toneladas.

Aún falta para la merecida jubilación, pero se están dando pasos hacia ella. Dentro de unos días la Junta de Extremadura procederá a la adjudicación definitiva del proyecto de las obras del nuevo puente de Alcántara. Elegirá entre 24 proyectos que se han presentado a la convocatoria de la Consejería de Economía e Infraestructuras. El plazo para redactar el proyecto es de 14 meses.

Al conocer la historia del puente romano de Alcántara uno se da cuenta de que la 'jubilación' es más que merecida. Los que le han hecho la vida más difícil hemos sido los hombres, ya que varias veces ha sido destruido en las guerras, al estar en un sitio estratégico, permitiendo cruzar el caudaloso Río Tajo en la zona de frontera entre España y Portugal.

Se cuenta que su primera destrucción es antes de 1218, cuando Alfonso XI de León arrebata a los musulmanes Alcántara. No se sabe bien quién lo destruyó, pero según se escribió en la época, se quitaron 60 sillares del arco que está más cerca del pueblo. En 1543 el emperador Carlos V ordenó la reconstrucción del arco destruido.

Se volvió a inutilizar el viaducto en 1648, en la Guerra de Restauración entre los reinos de España y Portugal. En un ataque de los lusos, minaron el segundo arco de la margen derecha, restableciéndose el paso con un puente de madera.

Volvió a ser atacado en 1707 en la Guerra de Sucesión. Carlos III mandó repararlo, concluyendo las obras en 1778.

Poco duró la tranquilidad, porque con la Guerra de la Independencia, fue parcialmente destruido el segundo arco de la margen derecha. Ocurrió en 1809, derrumbándose con el tiempo todo el arco. El arco se reparó nueve años después, pero sólo pusieron una pasarela de madera, que fue incendiada en 1836 por las tropas isabelinas para impedir el paso a las fuerzas carlistas.

Fue nuevamente reconstruido en 1860 por Isabel II. El 13 de agosto de 1924 fue un día de alegría en Alcántara al ser declarado Monumento Nacional el conjunto arquitectónico del Puente, el Arco del Triunfo y el Templo de Alcántara.

En el mes de septiembre de 1969 ocurrió algo sorprendente, ya que el puente romano se quedó, por primera vez en su historia, sin río. Fue por la obra para construir el gran embalse de Alcántara. Se desvió el caudal del río a través de unos túneles y varios kilómetros del cauce quedaron completamente secos. Impresionaba ver a los camiones pasando debajo del puente. Gracias a estar libre de agua, se observó que una de las pilas se estaba desplazando y se procedió a su reparación, evitando lo que pudo haber sido un hundimiento del viaducto.

Franco inauguró el 7 de julio de 1970 el que se anunció como el embalse más grande de Europa occidental, con 3.300 millones de metros cúbicos de capacidad, 11.000 hectáreas de superficie y 500 kilómetros de costas. Se declaró que esta construcción había dado trabajo a 5.500 obreros.

La obra faraónica cambió la imagen de la zona. En el futuro cambiará un poco más. Entre el puente romano y la presa sólo hay 600 metros de distancia. Y es en ese espacio donde está previsto que se levante el nuevo puente. Estará a menos de 200 metros del viejo. Tendrá un área de servicios turísticos, con aparcamiento, y también un acceso peatonal desde esta zona hasta el puente romano.

Esperemos que se haga pronto el nuevo puente, para que el romano pueda recuperarse y se cumpla lo que dice el dintel del templo situado junto a la gran obra: «Este puente durará mientras dure el mundo».

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