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REDACCIÓN
Lunes, 18 de julio 2016, 08:29
¿Qué tienen en común la calle del Pintor Velázquez, situada en la zona de la Plaza de Italia, con la calle Coria, ubicada en las inmediaciones de la Plaza de Toros? Aparentemente nada. Sin embargo, la Asociación Memorial en el Cementerio de Cáceres (Amececa) ha puesto sobre la mesa una reivindicación que las relaciona. Las placas de estas dos vías públicas, además de otras situadas en la zona de Médico Sorapán, Las Trescientas y Aldea Moret, lucen símbolos franquistas. En concreto, tienen en uno de sus extremos el yugo y las flechas. Precisamente hoy, 18 de julio, se cumplen 80 años del inicio de la Guerra Civil.
El colectivo tiene previsto solicitar su retirada al Ayuntamiento. No pide que se cambie el nombre de estas calles, sino que se sustituyan estas placas por otras en las que sólo aparezca la denominación de la vía. En la relación elaborada por la asociación que preside María Jesús Criado también aparecen las calles Plasencia, Yuste y Albacete, entre otras.
Esta reivindicación se sumará a otra anterior, formulada el pasado 30 de junio, para que el Consistorio modifique el nombre de cuatro calles. En este caso, el colectivo sí considera que las denominaciones están relacionada con la dictadura franquista. Se trata de las calles Joaquín González, Comandante Sánchez Herrero, plaza de la Obra Sindical del Hogar y del parque de Calvo Sotelo.
En el escrito fechado el pasado día 30 de junio y dirigido a la alcaldesa cacereña, Elena Nevado, Amececa justifica su petición en que la existencia de estos nombres en el callejero cacereño provocan el «incumplimiento de la Ley 52/2007, de 26 de diciembre, por la que se reconocen y amplían derechos y se establecen medidas en favor de quienes padecieron persecución o violencia durante la Guerra Civil y la dictadura», más conocida como Ley
de Memoria de Histórica.
La Ley de Memoria Histórica entró en vigor en 2007. Entonces, cambió el nombre de una decena de calles. De esta forma, General Yagüe pasó a denominarse Calle Obispo Ciriaco Benavente; 18 de Julio es desde entonces calle Cayo Norbano Flaco; y el nombre de Ceclavín sustituyó al de Capitán Luna. También desapareció la referencia a Brunete, que pasó a llamarse calle Calatayud, lo que originó las críticas del alcalde de la localidad madrileña en el año 2007.
En cualquier caso, Cáceres ya había cambiado con anterioridad el nombre de las calles franquistas más significativas, como las actuales Pintores y Gran Vía, que dejaron de ser General Franco y Defensores del Alcázar, respectivamente.
La Cruz de los Caídos, ubicada en la Plaza de América, es otro de los símbolos que ha causado polémica en los últimos años, aunque ha perdido su simbología franquista. En 2004 las Juventudes Socialistas afirmaron que «un símbolo como el de la Cruz de los Caídos debe estar en el cementerio municipal». Más recientemente, en 2013, Izquierda Unida también pidió reubicarla, aunque la alcaldesa Nevado negó rotundamente el traslado.
Por otro lado, hay otras reminiscencias en la ciudad a esta época. Es el caso de la placa que recuerda en el Palacio de los Golfines de Arriba el nombramiento de Franco como jefe del Estado y generalísimo de los Ejércitos. Este palacio de la Ciudad Monumental fue su residencia entre el 26 de agosto y el 3 de octubre de 1936.
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