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Entrada del albergue de Alcuéscar. :: jorge rey
El albergue de Alcuéscar sigue cerrado cinco años después de su finalización

El albergue de Alcuéscar sigue cerrado cinco años después de su finalización

S. L.

Domingo, 27 de marzo 2016, 09:12

«Es una vergüenza que esté cerrado», dice una vecina de Alcuéscar mientras observa al fotógrafo del diario tomar fotos a la puerta cerrada del albergue.

La entonces Consejería de Cultura y Turismo de la Junta de Extremadura invirtió 290.000 euros en convertir la vieja plaza de toros de la localidad cacereña en un moderno edificio con capacidad para alojar a 30 peregrinos.

La obra estuvo finalizado a mediados de 2011, pero nunca ha alojado a peregrinos. A través de los grandes ventanales se puede ver el mobiliario sin usar, embalado con plástico. La Junta de Extremadura ha señalado a este dairio que el albergue está cerrado porque se convocó un proceso de licitación pública que, sin embargo, quedó desierto el pasado 18 de diciembre de 2015.

Afirma que ahora está en conversaciones con el propio ayuntamiento de Alcuéscar para su próxima apertura y gestión.

Ubicado en el número 89 de la calle del Castaño, Placonsa se encargó de levantar un moderno edificio, que fue en su día portada de la revista de arquitectura Habitex, por la forma vanguardista de construir este alojamiento, conservando una plaza de toros de más de un siglo de antigüedad (1902), que tiene la particularidad de estar excavada en el terreno.

El albergue se alza sobre la plaza de toros y tiene unas preciosas vistas de la Sierra de Montánchez. Se compone de dos plantas de altura. En la planta baja se ubican los servicios comunes y en la planta superior las habitaciones de los alberguistas, con capacidad cada una para un máximo de 8 personas. También hay una habitación adaptada. Entre todas, puede alojar a 30 personas.

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