La falta de personal impide atender dos siniestros a la vez, según los bomberos

Los bomberos, en pie de guerra. Ayer quisieron hacer una demostración de fuerza y eligieron su propio terreno, el parque del Sepei en la capital cacereña. Allí se citaron alrededor de un centenar, muchos de ellos con camisetas reivindicativas de color rojo: «Por un servicio público y digno», se podía leer. La convocatoria la hizo el sindicato USO, que incluso se trajo a líderes nacionales de la organización para darle más fuerza a sus protestas. Desplegaron una pancarta que, más tarde, presidió el inicio de las movilizaciones en el exterior del recinto. «Denunciamos la acuciante escasez de plantilla». Javier Moreno, delegado sindical, tomó la palabra y leyó un comunicado de cinco páginas en el que recordó que la falta de efectivos y las deficiencias en la organización hacen que ni siquiera se cumplan los servicios mínimos. No se podrían atender, llegado el caso, dos siniestros a la vez, sostiene. Desde Diputación se desmienten esos argumentos y circunscriben la protesta a una cuestión puramente electoral y económica.

El ambiente se caldea. Y lo hace con puestas en escena como la de ayer, con una denuncia ante la Inspección de Trabajo, con la amenaza de acudir a los tribunales y hasta con la petición de cese para el vicepresidente y diputado de Organización, Emilio Borrega. Los bomberos le acusan de utilizar la aplicación informática del Sepei para sus propios fines. «A través de ella -señala Javier Moreno- manifiesta una preocupante animadversión hacia la organización sindical USO, mayoritaria del colectivo, al límite del acoso». Mediante la misma «intenta realizar propaganda electoral de su gestión».

La «mala organización» lleva a que aunque los bomberos «cumplen de manera ordinaria con la totalidad de su jornada» no sea suficiente para cubrir los servicios mínimos, fijados en 25 profesionales. La situación se produce por la negativa a incorporarse en días de descanso, como hasta ahora. Desde el equipo de Gobierno, se habla de «huelga encubierta», intensificada por las próximas elecciones sindicales, anunciadas para el 25 de febrero. Los bomberos querían celebrar su asamblea de ayer en el Palacio Provincial, pero no lograron permiso. La Policía vigiló el edificio para evitar incidentes y se les impidió el acceso a algunos, según relataron.

Emilio Borrega insiste en que se trata de un «asunto económico», que se entiende «en clave electoral»: «El servicio está perfectamente cubierto». Con sueldos superiores a 2.000 euros, sugiere que los bomberos del Sepei son el colectivo «mejor pagado de Extremadura». Hay profesionales «cabreados», «jefes de salida que hoy son líderes sindicales que cobraban sobresueldos de 13.000 euros», apunta. La jefatura del Sepei ha comunicado a los bomberos la obligación de incorporarse cuando así se les requiera.