«Tras un ictus te sientes perdido»

José Manuel Borrero tuvo que hacer borrón y cuenta nueva hace ocho años, a los 51, cuando sufrió un ictus que imprimió un importante giro a su vida. Fue un ictus «raro», que padeció tras un golpe y que le ha dejado secuelas. Tiene un brazo, una pierna y parte del cerebro afectado, pero gracias a la rehabilitación, su mejoría ha sido considerable y ha podido dejar la silla de ruedas. Lo más difícil, acostumbrarse a vivir con limitaciones, explica. Tuvo que dejar su trabajo como maestro y depender de los demás para hacer cosas cotidianas. Su mujer, Juani Solano, explica cómo en 2008 fundaron AFIEX (Asociación de Familias con Ictus en Extremadura) para apoyar a todas las personas y las familias que se enfrentan a las consecuencias de un accidente cerebro vascular. «Tras un ictus te sientes perdido», asegura esta mujer. Entre otros objetivos, pretenden facilitar la adaptación social y laboral de los afectados. Por ahora hay 15 personas asociadas en toda la región.