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El profesor explica detalles de 'Águila', de Aurelio Teno. :: a. méndez
Una clase de  arte al aire libre

Una clase de arte al aire libre

El profesor Moisés Bazán de Huerta dirigió una visita por los jardines en la que participaron curiosos, universitarios y aficionados al arte

MANUEL M. NÚÑEZ

Lunes, 27 de octubre 2014, 09:56

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Solo unos minutos desdespués de mediodía apareció Moisés Bazán de Huerta junto a la escultura 'Águila', de Aurelio Teno. Allí arrancó el recorrido por cada una de las obras de arte que componen el peculiar museo del Parque del Príncipe. Casi una treintena de piezas (se instalaron inicilmente 26 y otra más en el polígono Cabezarrubia, en 1998) fruto del proyecto que el escultor onubense Pepe Noja presentó al Ayuntamiento. La intención original era alcanzar 120 primero y 200 después. Nunca se llegó a hacer realidad.

«Noja había montado museos de escultura en Aracena, Huelva y en Alcalá de Henares y planteó hacer algo igual en Cáceres. Es un escultor obsesionado con que la escultura llegue a la gente. Como el ciudadano no va a los museos, lo que hay que hacer es sacar e l arte a la calle. Con esa filosofía se hizo esto». Las explicaciones de Moisés Bazán de Huerta las escucharon atentamente alrededor de una treintena de personas. Varias le estaban esperando antes incluso de la hora fijada para la visita. Había universitarios, miembros de la asociación Amigos de Helga de Alver, que organizaba el acto, aficionados, doctores en arte y curiosos que no quisieron perderse una verdadera clase al aire libre. Entre los jardines, a uno y otro lado del pequeño regato que divide el bulevar, los 'alumnos' atendieron a las claves que les fue trasladando Bazán de Huerta, profesor del Departamento de Arte de la Universidad de Extremadura.

'Burrito sabanero', de la venezolana Gaudí Esté; 'Intermezzo', de José Luis Pequeño; 'Homenaje a Falla', de Miguel Moreno... El paseo dominical desgranó los detalles de cada una de las obras. Algunas de ellas han sido reiterado objetivo de actos vandálicos. Estar al aire libre tiene la ventaja de que permite que cualquier profano se acerque al arte, aunque a veces quienes lo hacen sean pequeños delincuentes.

'Mujer con rulos', de Beatriz Khon, fue tumbada y arrojada a un estanque en mayo de 2011. En octubre de 2010 nada menos que 11 esculturas aparecieron pintadas con una 'K' en colores rosa, negro y rojo.

El Ayuntamiento tomó entonces la decisión de aumentar la vigilancia Sin embargo, como reconoce el propio vigilante del parque, ese control no resulta fácil: «Son grupos de jóvenes. Están comunicados por wasap y o los pillas en el momento o es imposible». Algunas obras dejan señales de deterioro. La placa de 'Rebelión de los ciclistas', de Jorge Seguí, por ejemplo, se sostiene como puede.

El profesor Bazán de Huerta prefiere destacar otros aspectos. «Aquí están dos generaciones de autores, hay equilibrio entre escultura figurativa y abstracta y son obras hechas en bronce, hierro o acero. Solo una es en piedra. Fue una iniciativa loable», sugiere. Eso sí, admite que el balance final no fue el esperado: «Iban a ponerse 120 esculturas. La situación económica lo hizo imposible».

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