Cuatro de los condenados durante el juicio que tuvo lugar ayer en el juzgado de lo Penal número 1 de Cáceres. :: lorenzo cordero

Cuatro años de cárcel para los cinco detenidos a tiros en Casatejada

Cuatro de los cinco condenados están acusados de pertenecer a la banda que robó armas en la base de Bótoa

Sergio Lorenzo

Martes, 24 de junio 2014, 10:58

El próximo año seguramente serán juzgados en Badajoz, acusados de asaltar la base militar de Bótoa el 28 de febrero de 2011 y llevarse 10 pistolas y 20 fusiles de asalto; pero ayer ya se sentaron en el banquillo de acusados del Juzgado de lo Penal número 1 de Cáceres, en donde aceptaron ser sentenciados a cuatro años y un mes de prisión por robos cometidos unos meses después del de la base de Bótoa. Reconocieron que en la madrugada del 3 de septiembre de 2011 entraron a robar en tres bancos, en una cooperativa y en una tienda de coches, todo ello en la provincia de Cáceres.

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Los supuestos miembros de la banda de Bótoa condenados son: Marco Antonio C. J., de 30 años; su hermano José Manuel de 34; David M. L. de 30 y Antonio A. R. de 28. Hay otro condenado a cuatro años por participar en los robos de Cáceres; pero éste no está imputado en el asalto a la base militar, se trata de Daniel M. G., de 25 años. Los cinco tienen antecedentes penales y viven en la ciudad de Badajoz.

Sus abogados defensores son Enrique González Vallejo de Estrada, Alfredo Pereira y Miguel Ángel Trigo, quienes se mostraron satisfechos por los cuatro años de condena para sus clientes, ya que la fiscalía y las acusaciones particulares en un principio pedían para cada uno diez años de cárcel.

Los hechos por los que han sido condenados demuestran la gran agilidad de esta banda para cometer robos en poco tiempo. Antes de la una de la madrugada del 3 de septiembre de 2011, los cinco fueron a la empresa Automóviles Raúl Ramos, ubicada en el polígono industrial Capellanías de Cáceres, de donde se llevaron un Jaguar y un Audi A-8. Dejaron el Jaguar abandonado en la urbanización La Sierrilla, al lado del polígono industrial, y se marcharon con el Audi A-8 a Baños de Montemayor. A las cuatro y media de la madrugada estaban en esta localidad del norte de la provincia de Cáceres, donde entraron a robar en la sucursal de Caja Extremadura (ahora Liberbank). Intentaron llevarse la caja fuerte, pero al final la dejaron porque pesaba mucho.

De Baños de Montemayor se fueron a Galisteo. Allí, a las cinco y cuarto de la mañana, entraron en otra sucursal de Caja Extremadura. Pero huyeron al aparecer un guardia civil de paisano, que se tuvo que esconder cuando le encañonaron con una escopeta.

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A las cinco y media ya estaban en Alagón del Río, allí entraron en otra sucursal de la misma entidad y sacaron la caja fuerte, pero la dejaron al resultar imposible cargarla en el coche. Luego se marcharon a la Cooperativa Gabriel y Galán, y de allí ya sí se llevaron un botín de 56.000 euros.

Huyeron por la autovía A-66 hasta que llegaron a Casatejada, donde ya les esperaban tres patrullas de la Guardia Civil. Abandonaron el coche y huyeron campo a través. Los dos hermanos sufrieron heridas leves de bala, José Manuel en la pierna izquierda y Marco Antonio en el glúteo izquierdo. Éste estuvo 15 días hospitalizado.

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La Guardia Civil organizó una batida con la ayuda de un helicóptero y los delincuentes, para no ser vistos, decidieron esconderse en las copas de varias encinas. Cuando bajaron fueron apresados. En su huida tiraron parte del botín y se recuperaron 47.933 euros. Cuando les detuvieron eran las diez de la mañana, habían vivido nueve horas de una noche intensa.

En un principio se aseguró que la banda mantuvo un tiroteo con la Guardia Civil y que, por eso, los agentes les dispararon. Pero tras estar varios días después buscando las armas, no las encontraron. Este hecho fue recalcado por los abogados, que señalan que no iban armados y que no es cierto que los condenados sean delincuentes peligrosos.

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