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J. C.
CÁCERES.
Domingo, 30 de diciembre 2018, 10:27
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Por segundo año consecutivo, el Club Rotary de Cáceres celebró ayer una jornada lúdica y solidaria en colaboración con los comerciantes de la calle Gómez Becerra, quienes ayudaron a cubrir costes con el fin de conseguir reunir hasta 24 metros de roscón de reyes, lo que se tradujo en unas 1.000 raciones de solidaridad a un euro cada de ellas.
Con la calle cortada al tráfico rodado, los asistentes pudieron gozar también de chocolate caliente y ambientación musical con tintes navideños a lo largo de todo el trazado de la vía hasta la confluencia con la calle Hermandad.
La cita con cariz solidario también sirvió para revitalizar algunos de los negocios del entorno, que optaron por sacar las tiendas literalmente a la calle para exhibir sus productos aprovechando la puntual peatonalización.
En las labores de atención al público para servir las alrededor de 1.000 raciones de roscón y el chocolate caliente se afanaron los miembros de Rotaract, la organización sénior del Club Rotary integrada por jóvenes de entre 18 y 30 años. Con su presidente Manuel Martín a la cabeza, los voluntarios mostraron satisfacción por el buen desarrollo de una jornada cuyos fondos recaudados irán destinados al estudio e investigación de las enfermedades raras: «La actividad está teniendo una buena acogida y el día está acompañando, por lo que estamos muy contentos», aseguraba Martín mientras hacía una pausa en su atención a los visitantes.
Lejos de conformarse con una porción de dulce, también hubo quien compró varias raciones de roscón para llevárselas a casa: «Esto se lo llevo yo a mi hija, que le encanta», aseguraba una vecina mientras sujetaba una bolsa con cinco unidades del dulce.
Visto el éxito de participación, tanto de la primera edición como de la de ayer, desde el Club Rotary aseguran que la intención es consolidar esta misma iniciativa en años venideros con el objetivo de que esta cita se convierta en toda una tradición durante las fiesta navideñas.
También hubo espacio para el recreo y divertimento de los más pequeños de la casa gracias a un castillo hinchable colocado para la ocasión por Burger King, que colaboró de esta forma en una jornada marcada por la solidaridad.
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